Floren Aoiz | www.elomendia.com
Elogio de la insensatez
Lo que Jiménez no ha entendido es que para cada vez más gente en Nafarroa ha saltado por los aires una manera de entender la sensatez, por lo que se precisa otro modo de pensar y actuar sensatamente
Digámoslo desde el principio: si el presunto líder del PSOE en Nafarroa, Robertico Jiménez, representa la sensatez, ¡viva ahora y por siempre la insensatez! Precisamente en las mismas fechas en las que el Tribunal Supremo da pasos decisivos para garantizar la impunidad de las tramas de corrupción, entre ellas la navarra, Robertico ha vuelto a dar la nota. Sería difícil distinguir síntomas de superficialidad veraniega en un tipo tan frívolo durante todas las estaciones, pero esta vez parece que su ingenio ha volado más alto de lo habitual. Jiménez, que sabe perfectamente que sin EH Bildu no es posible un cambio profundo en Nafarroa, ha declarado que no iría «de manitas» con esa formación «ni de broma».
Si siguiéramos el hilo de las implicaciones sexuales de la metáfora elegida por nuestro genio, diría que dudo que en EH Bildu haya alguien con ganas de hacer manitas con él. Incluso me atrevería a sugerir que algún resorte inconsciente le ha inducido a elegir precisamente esta expresión. Pero eso sería seguir el hilo de esas implicaciones, cosa que no haré. Me centraré en el significado político de la posición de Jimémez. El PSOE no quiere un cambio de régimen en Navarra, esto es obvio. La razón es que están en el ajo y siempre han estado en el ajo. Son parte del régimen y se han beneficiado de él (algunos llenando sus bolsillos, otros obteniendo prebendas de todo tipo) durante decenios. Aunque ahora quieren simular un tono de oposición radical, hasta hace cuatro días compartían gobierno con UPN y en ningún momento, ni siquiera en plena crisis de las dietas y la CAN, han roto el cordón umbilical.
Las declaraciones de Jiménez demuestran que el PSOE quiere un simple reajuste del régimen sin ofrecer posibilidades reales a la sociedad de tomar decisiones importantes sobre el futuro de Nafarroa. Y Robertico lo hace recurriendo a la idea de la política sensata, donde él se sitúa, claro. Es otro modo de plantear la batalla del sentido común. ¿Qué es sensatez? ¿Qué es el sentido común? Lo que Jiménez plantea como indiscutible es precisamente el centro de la discusión. Lo que está en juego en Nafarroa ahora es eso que Robertico menciona como si fuera un valor absoluto.
Lo que Jiménez no ha entendido es que para cada vez más gente en Nafarroa ha saltado por los aires una manera de entender la sensatez, por lo que se precisa otro modo de pensar y actuar sensatamente. Desde esta nueva sensatez del cambio necesario, lo insensato es la continuidad, creer que si se deja gobernar a los corruptos dejarán de ser corruptos. Lo insensato es creer que la Navarra foral y española vaya a respetar la voluntad popular.
Sólo cuestionando lo que Roberto Jiménez llama sensatez se pueden hacer en Nafarroa cosas sensatas. Frente a la sensatez navarroespañolista de las dietas, la corrupción, los ERE, los recortes y la criminalización, reivindiquemos nuestra propia sensatez, el sentido común del cambio, de la construcción de una sociedad más justa, de rechazo de la agenda neoliberal, de dar al pueblo el papel que debe jugar en la política, de poner coto a los poderes económicos... Hagámoslo aunque, o porque, para ellos y ellas es pura insensatez.