El FMI anima al PP a bajar los sueldos otro 10% en dos años
Sitúa la medida como la receta idónea para recuperar el empleo en el Estado español, apenas unas horas después de conocerse datos alentadores de julio, derivados de la campaña veraniega. Considera que el paro va a seguir por encima del 25% hasta 2018, tras tocar techo en 2014.
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) reclama al Gobierno español, que preside Mariano Rajoy (PP), un pacto social en dirigido a impulsar el crecimiento y el empleo mediante una devaluación interna «más rápida» que incluyera una rebaja salarial del 10% en dos años, combinada con el recorte de las contribuciones sociales y seguida de una subida del IVA. A juicio del organismo ultraneoliberal permitiría al país mejorar un 5% su PIB y la reducción entre 6 y 7 puntos porcentuales la tasa de paro, según en la última edición de su «Artículo IV» sobre la economía española.
A comienzos de esta semana , la Confederación Europea Sindical (CES) criticó de forma directa a la propuesta de austeridad que la UE había impuesto, porque había llevado a los trabajadores europeos a perder poder adquisitivo, en época de crecimiento y también en la crisis. En este momento el FMI insiste en la vía de empobrecimiento de los trabajadores. En concreto, la simulación de la institución internacional contempla que una reducción salarial del 10% en dos años, acompañada de una bajada del 1,7% de las cotizaciones a la Seguridad Social, y a la que seguiría al cabo de dos años una subida del IVA, preferiblemente a través de pasar al tipo general algunos productos actualmente con tasa reducida, más que una subida del tipo general, permitiría un fuerte impulso del PIB y de la creación de empleo.
El FMI sugiere que una depreciación media cercana al 5% en tres años supondría un espaldarazo a las exportaciones, mientras que haría menos atractivas las importaciones. Advierte de la necesidad de alcanzar un pacto social creíble, porque tendría también un gran impacto positivo sobre la inversión, ante la mejora de los costes de producción y la mejora de las perspectivas económicas, según indica. De hecho, los expertos del FMI calculan en torno a cinco puntos porcentuales la mejora del PIB español en 2016 respecto al escenario base de la institución, mientras que el empleo mejoraría entre 6 y 7 puntos porcentuales para ese mismo año.
Confirma, sin embargo, que «el consumo privado podría caer en cierta manera en el primer año», pero advierte de que «el incremento del empleo y la caída de precios, que bajarían entre un 4% y un 5% al cabo de dos años, serviría para impulsar el consumo a partir del segundo año».Por otro lado, el informe del FMI advierte de las dificultades a las que puede enfrentarse el sistema español de pensiones ante las perspectivas demográficas del país, combinadas con «los incrementos insostenibles» aplicados en los años anteriores de la crisis. Esta institución considera que la propuesta del comité de expertos de aplicar un factor de sostenibilidad «ejemplifica el tipo de medidas de ajuste de alta calidad», que el Estado español necesita. Además de vincular la pensión a la esperanza de vida, el FMI planta la idoneidad de ampliar el periodo de cálculo de 25 años a 30 «o incluso 35 años».
Las previsiones del FMI contemplan que la tasa de desempleo del Estado español no baje del 26% hasta 2018, cuando el paro se situará en el 25,3%, lo que supone un notable empeoramiento respecto a sus proyecciones del pasado mes de abril.
En concreto, la institución dirigida por Christine Lagarde prevé que cierre 2013 con una tasa de desempleo del 27,2%, dos décimas más de lo previsto anteriormente, que pasaría a situarse en el 27% en 2014 (26,5% en abril) y en el 26,9% en 2015 (25,6%). Las proyecciones del FMI contemplan en los dos años siguientes una leve mejora en el ritmo de reducción del desempleo, «insuficiente, sin embargo, para llevar la tasa por debajo del 26%, puesto que en 2016 se situaría en el 26,6% (24,7% previsto en abril) y en el 26% en 2017 (23,8%)».
Admite que ese porcentaje de paro es «inaceptablemente elevado», subraya en su análisis la necesidad de que se tomen «nuevas medidas decisivas para generar crecimiento y empleo» tanto a nivel estatal como en Europa. El FMI celebró la reforma del mercado de trabajo acometida por el Gobierno español en 2012, «que parece estar dando fruto poco a poco». Sin embargo, añadieron «la necesidad de reducir la dualidad del mercado laboral, y mejorar las políticas laborales activas». En este caso, la institución que dirige Lagarde entiende que esta profundización en las reformas laborales debe estar acompañada por un «acuerdo social entre sindicatos y empleadores para
acelerar los beneficios derivados de las reformas estructurales en materia de empleo». Admite que es «difícil lograr ese acuerdo». GARA