Arranca la feria gasteiztarra
Experimento con buen Rioja
Olaizola II y Martínez de Irujo juegan la revancha del Manomanista alternando los saques cada dos tantos.
Jon ORMAZABAL
Frente a quienes proclaman que los experimentos, mejor hacerlos con gaseosa, los rectores empresariales han decidido sacar sus mejores botellas -estando en Gasteiz serán dos botellas de Rioja Alavesa- para poner a prueba una de las alternativas que barajan en ese anhelo de dotar al Manomanista, la especialidad históricamente más importante de la mano, de esa igualdad y ese equilibrio que devuelva la pasión a los pelotazales por esta modalidad.
Mientras existe una corriente, la de los pelotaris y aficionados más clásicos, que apuesta por la reducción del material como única alternativa, las ideas de los rectores empresariales parecen ir por otro lado. Convertir la pasa en falta en todas las distancias fue una primera medida que ha terminado asimilándose sin demasiados problemas, pero ha sido algo que se ha quedado un poco corto para la lucha individual en toda la cancha.
Evitar el saque-remate
Y es que, los pelotaris han evolucionado muchísimo técnicamente y el saque-remate se ha convertido en un arma que ha roto demasiados partidos excesivamente rápido, sobre todo aquellos en los que el escalón entre los dos contendientes es más que significativo.
Siendo Gasteiz una feria en la que se han programado partidos especiales como aquel mano a mano entre Retegi y Galarza con la zurda, o duelos entre cuatro delanteros, los técnicos empresariales han decidido probar alternando los saques cada dos tantos, independientemente de quién los consiga.
En principio, es una medida que ha sido bien acogida por los pelotaris, ya que es una fórmula que suelen emplear bastante habitualmente en los entrenamientos para preparar los partidos de esta competición.
Pero independientemente del experimento, un Olaizola II contra Martínez de Irujo siempre tiene algo especial, más si es como el de hoy, en el que ambos pelotaris tienen cuentas pendientes y ganas de revancha.
En el caso de Irujo, el de Ibero seguro que tiene ganas de demostrar y demostrarse que, lejos de lo exhibido en las dos últimas finales del Manomanista, es capaz de competir mucho más ante el de Goizueta en un mano a mano en toda la cancha. El Ogeta, donde consiguió aquel escandaloso 22-1 en semifinales del campeonato de 2004, también se ajusta mejor a las cualidades del de Aspe que el Bizkaia.
Aimar Olaizola, por ese lado, tiene menos urgencias, pero el 22-5 del miércoles -hacía cuatro años que no recibía una derrota tan abultada- seguro que duele.
La de hoy será la tercera revancha de la final Manomanista que Olaizola II y Martínez de Irujo disputan en Gasteiz. En las dos anteriores se impuso el de Goizueta, la más reciente el año pasado, por 22-15.