Osasuna tendrá que esperar a mejor oportunidad para ver estrenado su casillero de victorias esta pretemporada. Los de Mendilibar se vieron nuevamente superados, esta vez ante un rival recién ascendido a la categoría de plata, pese a un comienzo esperanzador que se fue desvirtuando al ritmo del marcador. De ese más a menos, solo la primera mitad se salvó como línea a seguir a futuro de una escuadra con aspectos a pulir todavía.

Saltó con muchas ganas el conjunto navarro al Heliodoro Rodríguez, dispuesto a meter miedo desde el pitido inicial. Y lo consiguió. La titularidad de la dupla Oriol Riera-Ariel Núñez dejó muy buenas sensaciones, sobre todo por parte del paraguayo que, a los diez minutos, ya abría el marcador en una jugada de calidad dentro del área con dos regates incluidos.

La cosa pintaba bien y parecía que podía llegar la primera victoria de pretemporada, pero un fallo defensivo eclipsó el buen comienzo de partido. La indecisión de la zaga navarra permitió que Chechu equilibrase la balanza para el bando local. Ello no varíó los planes de los pupilos de Mendilibar, que se mantuvieron con un perfil muy ofensivo. Oriol Riera, en un robo de balón, y De las Cuevas, con un chut a bocajarro al filo del descanso que encontró la respuesta de Roberto en un paradón, pudieron volver a poner por delante a los rojillos.

Sin embargo, tras el paso por vestuarios fue el Tenerife quien saltó al verde con mayor mordiente. El recién entrado Óscar Rico adelantó a los anfitriones con un zurdazo que pegó en el palo y se coló en las redes de Asier Riesgo. Una vez más, Osasuna tenía que remar contra corriente, pero ya no pareció tan fresco y le costó zafarse de la presión del adversario.

De hecho, fueron con cuentagotas las ocasiones que los de Mendilibar tuvieron para, al menos, firmar un empate. Un par de subidas de Joan Oriol y Loties, amén de un disparo de Oriol Riera bastante desviado fue lo más interesante que se pudo destacar de una segunda mitad bastante más floja.