El intento de asaltar los 8.600 puntos deberá esperar. La larga trayectoria al alza del Ibex imponía un ajuste en el corto plazo, y ayer llegó de una forma rotunda. No obstante, se mantuvo por encima de los 8.500 puntos, aunque a media hora del cierre marcaba su mínimo intradía de 4.872 puntos. Hoy saldrá desde los 8.529,50 puntos, tras retroceder un 0,37%. El recorte fue generalizado en Europa. Así, Fráncfort cedía un 1,17%, Londres, un 0,23%, y París, un 0,43%. En la jornada de ayer pesaron en el ambiente las nuevas declaraciones de miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos, que volvían a asegurar que el inicio de la retirada de los estímulos será en octubre. De este modo, se apartaban del discurso oficial del presidente Ben Bernanke en el que ligaba expresamente el fin de la política expansiva con los indicios solventes de recuperación económica. En Europa, el economista jefe del BCE redundaba en el mensaje balsámico lanzado por Mario Draghi a favor de los tipos bajos. Dentro del Ibex, el protagonismo nuevamente recaía en Indra (+1,23%). Tras la entrada de la SEPI en su capital por la compra de la participación del 20,14% de Bankia, ayer se consumaba la salida de Liberbank al vender su 5% por 89,5 millones de euros. El banco ha obtenido unas plusvalías de más de 8,5 millones de euros. Abertis (+1,80%) acabó al frente de los ganadores, mientras que ArcelorMittal (-3,25%) y Técnicas Reunidas (-2,60%) sufrieron las mayores caídas. En París, ArcelorMittal y Veolia Environnement, los peores, bajaban más de un 3%, y las acciones de Eads (+1,37%) lideraban las ganancias.