Cadena perpetua contra tres húngaros por ataques racistas y la muerte de seis gitanos
GARA | BUDAPEST
Un tribunal húngaro condenó ayer a cuatro hombres -tres de ellos a cadena perpetua y uno a trece años de cárcel- que entre 2008 y 2009 mataron e hirieron a miembros de familias gitanas y sembraron el terror entre la minoría romaní en Hungría, cuyos representantes denunciaron la pasividad policial. En uno de los ataques, los cuales fueron cuidadosamente planeados y ejecutados durante un período de trece meses, varios hombres incendiaron una casa de la localidad de Tatarszentgyorgy (centro), cercana a un bosque, ubicado a unos 30 minutos de Budapest.
Cuando los inquilinos huyeron del edificio en llamas, los agresores disparon a la cabeza de Robert Csorba, un hombre romaní de 29 años, y de su hijo de cuatro años. También resultó gravemente herida una joven. Posteriormente, los asaltantes se dieron a la fuga. Según los abogados de la minoría gitana y varias ONG, los documentos policiales muestran que, durante meses, las autoridades no se molestaron en investigar los ataques étnicos cometidos contra los romaníes.
En 2007, el partido de extrema derecha y antigitano Jobbik creó una rama paramilitar, la Guardia Húngara, que realizó desfiles en localidades habitadas por romanís para amedrentarles, hasta que en 2009 fue ilegalizada.