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PP y PSOE avalan el sistema de freno y el resto les afea las prisas por el TAV

El PSOE asumió ayer que fue el anterior ministro de Fomento, José Blanco, quien decidió no implantar el sistema de frenado ERTMS, que hubiese impedido el accidente de Santiago. No obstante, rechaza que estuviese motivado prisas, pese a que la vía recibió el visto bueno apenas 24 horas antes de ser inaugurada. Tanto PP como PSOE defienden la seguridad del sistema mientras que otras formaciones cuestionan las «urgencias» para imponer el TAV.

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Alberto PRADILLA | MADRID

«Las modificaciones fueron propuestas por los técnicos de Adif por razones operativas, nadie alegó contra este modificado y las nuevas condiciones cumplían con todos los requerimientos de seguridad». Estos fueron los argumentos esgrimidos por el portavoz del PSOE, Rafael Simancas, para defender la gestión del exministro de Fomento, José Blanco, durante la segunda jornada de comparecencias para analizar el accidente del pasado 24 de julio en Santiago, donde murieron 79 personas. Según había informado la víspera Gonzalo Ferré, presidente de Adif, fue Blanco quien decidió suprimir la instalación del sistema de control de velocidad ERTMS (que supuestamente hubiese evitado el descarrilamiento del tren) a mitad de la obra. Un dato corroborado ayer por su sucesora, Ana Pastor, quien añadió que la Dirección General de Ferrocarriles, dependiente del Ministerio, emitió el permiso de circulación a la línea Ourense-Santiago apenas 24 horas antes de que Blanco la inaugurase. Una circunstancia que pone en evidencia las prisas con las que se ha implantado esta infraestructura en el Estado español, tal y como remarcaron ayer IU, PNV y BNG. Mientras, PP y PSOE mantuvieron su estrategia de eludir responsabilidades políticas y se escudaron en los técnicos para justificar cualquier falla.

«No supuso ganar tiempo. De hecho, se retrasó», se defendió Simancas después de que Pastor revelase que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dio el permiso apenas un día antes de que Blanco se hiciese la foto junto a la nueva línea. Así, defendió la decisión de su compañero de partido de mantener el sistema Asfa, que no impide el fallo humano si el tren viaja a menos de 200 kilómetros por hora. «Garantiza plenamente la seguridad del servicio. Ningún técnico lo ha cambiado, porque es seguro. Cuestionarlo sería cuestionar lo que hay en todo el sistema», argumentó. También lanzó un dardo al PP, recordándole que «aunque el sistema hubiese sido ERTMS, las circunstancias no hubiesen cambiado, porque el Alvia no llevaba ERTMS». Una decisión que, según indicó el portavoz del PSOE, fue adoptada en 2012, cuando el PP ya había aterrizado en Moncloa. Interrogada sobre el motido por el cual ese sistema, que ya está integrado en la vía, no funciona, Pastor volvió a escudarse en el personal. «A los técnicos que lo han implantado les daba algunas interacciones», explicó, sin aportar más detalles. En realidad, apenas hubo reproches cruzados. El objetivo estaba más en defender la seguridad del sistema. «Estamos queriendo implantar el AVE en muchos territorios y hay situaciones de transición, pero no se pone en tela de juicio la seguridad», setenció Andrés Ayala (PP), quien volvió a apuntar, sin nombrarlo, hacia el maquinista. «Nadie va a culpabilizar a nadie. Pero se iba a más del doble de la velocidad permitida», remarcó.

«Urgencias» y «disfunciones»

Frente a esta defensa a ultranza del TAV lanzada por PP y PSOE se posicionaron IU, BNG y, paradójicamente, PNV. Isabel Robles, diputada jelkide, consideró que la «urgencia» para imponer la alta velocidad ha provocado «disfunciones». BNG e IU, por su parte, abogaron por transformar el modelo.

Una comisión analizará la situación actual y las perspectivas del mapa ferroviario del Estado español. Sin embargo, la gran apuesta de PP y PSOE sigue siendo incidir en la fórmula puesta en marcha en los últimos años. Lo definió perfectamente Laura Seara, miembro del PSOE de Galiza que también intervino para advertir de que «no se use (el accidente) como coartada para frenar la alta velocidad. Se necesita la modernización ferroviaria y se necesita el TAV».

16 FAMILIAS

Al menos 16 familias de víctimas se han personado en la causa que se instruye por el siniestro. A ellas se les suman otras cinco que piden responsabilidad civil pero que han rechazado querellarse ante posibles imputaciones penales.

Pastor aprovecha para colar la identificación de pasajeros

Se suponía que la ministra española de Fomento, Ana Pastor, iba a presentar una batería de propuestas con las que mejorar la seguridad en los trenes y evitar accidentes como el del pasado 24 de julio, que costó la vida a 79 personas en Santiago de Compostela. Sin embargo, entre la modificación de los requisitos técnicos para los ferrocarriles y el incremento del seguimiento a los empleados, la ministra ha logrado colar medidas que parecen más destinadas al control de los pasajeros que a evitar siniestros. Concretamente, una de las medidas propuestas ayer por Pastor es la que plantea «promover los sistemas que permitan la identificación de pasajeros». Un planteamiento sin aparente relación con la posibilidad de que se produzcan siniestros.

El resto de medidas sí que se centra más en las características técnicas, los empleados e incluso la atención a posibles víctimas, una cuestión sobre la que Pastor habló durante largo rato en su comparecencia. Entre las iniciativas propuestas por Fomento están la de revisar los cuadros de velocidades máximas, implementar nuevas señalaes o dotar de una protección mediante un sistema de balizas. De cara a los trabajadores, Madrid se plantea endurecer los requisitos para acceder a un puesto, así como promover planes de formación continua. El uso del teléfono también quedará regulando, poniéndose en marcha un sistema de manos libres para que el maquinista se comunique con control. En el plan se plantean otras cuestiones como «mejorar la ubicación y protección de los equipajes», así como la informatización del acceso. A. P.

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