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La Amatxu atrae a miles y miles de personas en una jornada playera

Miles de personas marcharon desde medianoche hasta la basílica de Begoña en una peregrinación en la que se mezclan elementos religiosos y folklóricos. Para algunos, la Amatxu tira más que la playa.

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

Los arenales vizcainos estuvieron muy concurridos ayer y también la colina de Artagan, donde se alza la basílica de Begoña, a la que en la festividad de Andra Mari peregrina una cada vez más veterana parroquia, fiel a los rituales católicos y a las tradiciones. La marcha hasta el templo donde se venera a la patrona de Bizkaia es centenaria, habiendo testimonios de que se celebraba incluso antes de la fundación de la villa por Diego López de Haro.

En la explanada, los romeros tuvieron ocasión de reponer fuerzas en las txosnas, donde el txakoli y los talos con chorizo fueron los más demandados. En los puestos anexos lo fueron las rosquillas y hubo ocasión de adquirir escapularios, rosarios, estampas de la Amatxu o los calendarios de 2014 y la lotería de Navidad que ofertaba la Hermandad de Begoña.

Desde la medianoche, cientos de personas se echaron a carreteras y caminos para alcanzar el santuario recorriendo en algunos casos más de 30 kilómetros a pie. Desde las 4.00 se sucedieron las misas en una basílica que tiene como nuevo rector a José Luis Atxotegi, delegado diocesano de Liturgia, tras el fallecimiento el primer día del año de Jesús Garitaonandia.

El cura durangarra no fue el único ausente en la misa mayor, a las 12.00, en la que el obispo Mario Iceta recordó al alcalde Iñaki Azkuna, que permanece ingresado en Basurto por su frágil salud tras serle extirpado un riñón. El teniente alcalde Ibon Areso indicó a los medios de comunicación a la salida de la celebración religiosa que había añorado mucho a Azkuna y que confiaba en que «el próximo año lo podamos tener aquí».

El alcalde en funciones desveló que desde mayo Azkuna tenía preparada su ofrenda a la Amatxu de Begoña -el año pasado leyó una plegaria a la virgen- pero la sucesión de complicaciones en su estado de salud no le había permitido aún abandonar el hospital. Areso reconoció que el primer edil tiene una «debilidad física muy grande que hace que le esté costando recuperarse, aunque está muy bien de ánimo y de cabeza».

A continuación, siguiendo el protocolo, los concejales de PNV, PP y PSE cantaron del tradicional ``Gernikako arbola'', junto al retoño del emblemático roble, interpretado por la banda de txistularis y custodiados por una pareja de gigantes (Don Terencio y Doña Tomasa). Abriéndose paso entre los reunidos, la Corporación municipal, junto con el obispo Mario Iceta, presidieron en la trasera de la basílica el Aurresku de Begoña, que bailan los dantzaris del Beti Jai Alai de Basurto.

Con vestidos y trajes de época, extraídos de un grabado de Genaro Pérez de Villa Amil que se data en 1842, finalizada la Primera Guerra Carlista, se interpreta ese aurresku que ocupa su lugar en la celebración de ayer. Tal fue la expectación que hubo quien llegó a soportar más de dos horas al sol.

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