El sudafricano Neill Blomkamp ha revolucionado el género de ciencia-ficción devolviéndole su capacidad alegórica, al aportar a la actual corriente distópica una proyección sociopolítica hacia el futuro de la realidad crítica que vivimos. Lo que ya hizo en su país con sus cortometrajes, en los que paliaba la falta de medios con mucha imaginación y sus precoces conocimientos infográficos, lo está desarrollando ahora en Hollywood dentro de las grandes producciones.

Al igual que de su corto «Alive in Joburg» nació la ópera prima «District 9», que aplicaba el apartheid al tema de los extraterrestres; prepara ahora un nuevo largometraje que se titulará «Chappie», y que está basado en su otro corto «Tetra Vaal», donde planteaba la existencia de una policía robótica para reemplazar a los agentes de raza blanca en los guetos con población africana de Johanesburgo.

El Toro de Stanford

En «Elysium» Blomkamp traslada las cada vez más acentuadas diferencias de clase a un futuro en el que los ricos son unos afrancesados que viven en una estación espacial que orbita alrededor de un planeta tierra empobrecido, donde los inmigrantes latinos luchan por sobrevivir al hambre y las enfermedades.

El diseño de dicha estación en forma de anillo coincide con el que utilizó Stanley Kubrick para «2001», debido a que su origen se encuentra en el proyecto llevado a cabo por universitarios de Stanford para la NASA a mediados de los 70, y que es conocido como Torus. En el interior, la vida responde al concepto de «burbuja», según una idea del lujo ambiental llevada a su extremo.

La realidad terrestre contrasta completamente con la de ese paraíso artificial, por cuanto las reservas están agotadas y la contaminación propaga todo tipo de enfermedades. La chatarra es un elemento definitorio del paisaje, además de un recurso para la fabricación de armas y todo tipo de mecanismos necesarios para la supervivencia.

El protagónico Matt Damon ha resultado expuesto al peligro contaminante, disponiendo de escasa energía vital para pensar en otro destino distinto de su inminente muerte. Si quiere una cura, como cuantos la buscan en vano, deberá intentar la misión imposible de viajar a Elysium y beneficiarse de sus adelantos tecnológicos en materia de bienestar y salud.

El problema de su debilidad física lo resuelve mediante la implantación de un exoesqueleto de androide que multiplica su fuerza y reflejos. Pero el mayor escollo es la entrada en ese mundo prohibido para los de la tierra, ya que son tratados a la manera de los inmigrantes ilegales de hoy en día.

De ejercer un duro control se encarga el estirado personaje encarnado por una Jodie Foster vestida en traje-chaqueta de ejecutiva. Como brazo armado cuenta con un militar personificado por Sharlto Copley, y que es quien se enfrenta cuerpo a cuerpo con el protagonista. Dispone de un exoesqueleto más sofisticado, que le otorga ventaja sobre su rival, quien ha de apelar a la desesperación y el afán por ayudar a otros para romper las barreras que separan a ricos y pobres.