Un grupo islamista suní hasta ahora desconocido, las Brigadas de Aisha, reivindicó la autoría del atentado con coche bomba que ayer sacudió un barrio del sur de Beirut y que causó al menos una veintena de muertos junto a un complejo que suele utilizar el partido-milicia chií Hizbulah para realizar actos y reuniones.

Al menos 20 personas murieron y más de 200 resultaron heridas a consecuencia de fuerte explosión registrada en el feudo de Hizbulah de Rueis, un suburbio densamente poblado cerca del Centro de los Mártires, según la Defensa Civil libanesa.

Los medios oficiales recogieron una cifra general de 120 muertos y heridos, aunque algunos precisaron que los muertos ascienden a 20, mientras que el ministro saliente del Interior, Maruan Charbel, adelantó que las primeras investigaciones apuntan a que el estallido fue causado por un coche bomba.

Los habitantes del barrio, cubierto por una columna de espeso humo negro, fueron evacuados de sus casas, pero, según algunos medios locales, había civiles atrapados en los edificios. Los bomberos continuaban por la noche socorriendo a la gente que había quedado bloqueada en sus viviendas.

El grupo las Brigadas de Aisha, que se define como rebelde sirio, difundió un vídeo en el que se dirigía al líder de Hizbulah, Sayyed Hassan Nasrallah y explicaba que es la «segunda vez» que cometen una acción de este tipo. El pasado 9 de julio, un coche bomba estalló también en este feudo de Hizbulah causando 53 heridos.

«Y veréis más, si Dios quiere», afirmaba un hombre que cubría su rostro con una mascara y que estaba flanqueado por otros dos individuos armados. En la cinta, ese hombre enmascarado instaba a los libaneses a permanecer alejados de las zonas controladas por Hizbulah, aliado incondicional del régimen sirio de Bashar al-Assad en su lucha con los rebeldes, mayoritariamente suní, y en cuya pesadilla se ha convertido.