EIBAR | Entre «clásico» y «ascensor»
Una etiqueta a recuperar
Los azulgranas apuestan por la continuidad y por las fórmulas que les convirtieron en el equipo referente de la categoría.
Amaia U. LASAGABASTER
En su cuarto intento consecutivo, el Eibar regresa a Segunda A. Una categoría de la que pareció inamovible durante dos décadas. Se ven lejanas ahora, sin embargo, aquellas crónicas que hablaban del decano de la divisón de plata. Dos descensos en los ocho últimos años y apenas dos temporadas aferrado a la categoría en su última aventura amenazan con cambiar la etiqueta de «clásico» por la de «equipo ascensor».
Tampoco sería un crimen. Los azulgranas volverán a partir con uno de los presupuestos más modestos, si no el más bajo, y aunque el fútbol no pueda reducirse a un problema aritmético, dineros y resultados suelen ir de la mano. En el club son claros al respecto. «Sabemos perfectamente a qué nos enfrentamos. Somos conscientes de que nuestro objetivo pasa por la permanencia y que ni siquiera ese será fácil», admite Fran Garagarza.
Pero, recordando aquella época en la que el Eibar demostró año tras año que modestia y competitividad no están reñidas, el secretario técnico azulgrana subraya que «afrontamos el reto con la máxima de las ilusiones. Es un gran reto, es difícil, el camino está lleno de dificultades... Todo eso ya lo sabemos. Pero el año pasado también sucedía y, aunque la categoría y el objetivo sean diferentes, ¿por qué no lo vamos a conseguir ahora? Los requisitos principales los cumplimos porque son los mismos del año pasado, trabajo y esfuerzo máximos, confianza en nuestras posibilidades y muchísima ilusión».
También la inercia de una campaña excepcional en la que solo un Alavés supersónico fue capaz de dejar en segundo plano el rendimiento de los azulgranas, cuyos números fueron igualmente espectaculares. «No cabe duda de que el equipo llevó una muy buena dinámica a lo largo de toda la temporada -coincide Garagarza- y que la consecución del ascenso supuso una inyección extra de moral, para el propio equipo y para la afición, que todavía tiene que notarse. Está claro que hay que intentar aprovechar ese empujón e intentar darle continuidad, pero siempre siendo conscientes de que el escalón que hemos subido es grande y de que lo que hicimos el año pasado, la satisfacción que nos produjo, no sirven de nada si no le añadimos el mismo esfuerzo diario que nos llevó a conseguir este objetivo». Queda claro.
Esa lección la conoce bien buena parte del equipo. El Eibar ha dado continuidad a los artífices del ascenso -«hemos mantenido la columna vertebral; se merecían estar en esta categoría y son capaces de competir en ella»-, empezando por el cuerpo técnico encabezado por Gaizka Garitano. Más de la mitad de la plantilla, 13 jugadores, también continúa en Eibar. Se trata de los futbolistas -habría que añadirles a Mikel Abaroa, David Mainz y Guille Roldán- que más minutos disputaron la temporada pasada. Incluyendo a los dos que habían jugado cedidos por la Real, Yuri Berchiche y Dani García, que repiten experiencia, acompañados ahora por Alain Eizmendi, que ha fichado por el club txuriurdin tras su paso por el Bilbao Athletic, aunque defenderá la camiseta azulgrana.
Mezcla de juventud y experiencia
La de la cesión ha sido una fórmula que ha solido funcionar en Ipurua. Ejemplos como los de David Silva, Manolo Almunia, Xabi Alonso, Gorka Iraizoz o Moisés Hurtado son buena muestra del beneficio que ofrece a club y futbolistas. Además de los tres jugadores realistas, en este regreso a Segunda A también llegan en calidad de cedidos el guardameta Diego Rivas (Elche), el centrocampista José Luis Morales (Levante), la joven promesa «Jota» Peleteiro (Celta, tras otro año de cesión en el Castilla) o Gilvan Gomes (Hércules), un jugador al que difícilmente podría haber aspirado el cuadro armero, teniendo en cuenta que su ficha ronda los 150.000 euros anuales.
Tanto en las cesiones como en los cinco jugadores que han llegado con la carta de libertad, el Eibar ha buscado una mezcla que también ha solido darle buenos frutos, la de los jugadores jóvenes, habitualmente talentosos pero necesitados de minutos y cierta reivindicación, con la de futbolistas más experimentados -el máximo exponente sería el del centrocampista Diego Rivas, con más de 350 partidos en Primera y Segunda-, que «también resultan imprescindibles en esta categoría. Es tan importante la experiencia de unos como el hambre de los otros», asegura Garagarza.
Mimbres, en definitiva, con los que el Eibar espera hacer frente al reto y recuperar la etiqueta con la que tan cómodo se sintió durante dos décadas.
Jugador Club procedencia Edad Lugar nacimiento
Porteros
JON IRAZUSTABARRENA Eibar 27 Usurbil
XABI IRURETAGOIENA Eibar 27 Berriatua
DIEGO RIVAS Elche (cedido) 28 Narón
Defensas
RAÚL ALBENTOSA Cádiz 24 Alzira
TXEMA AÑIBARRO Eibar 34 Zeberio
AITOR ARREGI Eibar 23 Bergara
YURI BERCHICHE Eibar (cedido Real) 23 Zarautz
ENEKO BÓVEDA Eibar 24 Bilbo
M. CASTELLANO «LILLO» Alcoyano 24 Aspe
GORKA KIJERA Real Unión 27 Hernani
RAÚL NAVAS Eibar 25 Sevilla
Centrocampistas
ANDER CAPA Eibar 21 Portugalete
ALAIN EIZMENDI B. Athletic (cedido Real) 23 Beasain
JON ERRASTI Eibar 25 Eibar
DANI GARCÍA Eibar (cedido Real) 23 Zumarraga
DIEGO JIMÉNEZ Eibar 34 Alcoy
josé luis morales Levante (cedido) 26 Madrid
J.I. «JOTA» PELETEIRO Castilla (cedido Celta) 22 A Coruña
DIEGO RIVAS Hércules 33 Ciudad Real
Delanteros
MIKEL ARRUABARRENA Eibar 30 Tolosa
GILVAN GOMES Hércules (cedido) 29 Pinheiros
JULEN IRIARTE Eibar 21 Azkoitia
URKO VERA Alcorcón 26 Barakaldo
Ipurua también recupera su mejor aspecto para celebrar el regreso del equipo a Segunda A. Tras todo un verano de trabajo, el vetusto sistema de drenaje y el césped del estadio eibarrés han sido renovados por completo.
El plazo de fichajes expira el 31 de agosto y es probable que el Eibar no dé por cerrada su plantilla hasta entonces. El club busca una cesión para Julen Iriarte y aspira a incorporar todavía un delantero más a su equipo.