el punt avui, Editorial 2013/8/17 (Traducción: GARA)
Señales positivas en la eurozona
La llegada, técnicamente, del fin de la recesión en la zona euro después de la tendencia negativa más larga de su historia abre ciertas expectativas sobre si la recuperación económica comienza a tener bases sólidas en vez de ser sólo un espejismo estadístico o una percepción macroeconómica sin traslación a la ciudadanía a corto plazo. (...) la conclusión es que la recuperación económica en el viejo continente sigue dependiendo de una manera casi adictiva del tirón del eje francoalemán, una circunstancia que no deja de ser preocupante (...). Si la manera de salir de la crisis es, a grandes rasgos, la misma que antes de entrar en ella, no se puede ser muy optimista sobre la consolidación a medio y largo plazo de un sistema económico de base más sólida geográficamente hablando. Cuanto más dependiente de un pequeño número de estados sea la recuperación, más difícilmente se podrán homogeneizar en toda la eurozona los efectos positivos de esta recuperación si finalmente se consolida.
Los datos positivos hechos públicos esta semana por Eurostat coinciden, tampoco se puede olvidar, con la ruptura también anunciada de la mala racha de la economía catalana, mucho más modestos, pero igualmente esperanzadores. Una constatación que hace pensar que, sin el lastre que representan el drenaje permanente por parte de una economía decadente y una política abusiva como la española, el motor catalán podría rendir mucho más óptimamente y aportar un dinamismo y unas cifras macroeconómicas mucho más positivas para la recuperación europea.