David López (Sky) celebró ayer la tercera victoria de su carrera profesional. Y no fue un triunfo cualquiera porque la sexta etapa del Eneco Tour tuvo aroma primaveral. De monumento primaveral, más concretamente.

La organización ha diseñado un gran fin de semana, convirtiendo las dos últimas etapas en una suerte de miniclásicas. Hoy llegará el turno de un pequeño Tour de Flandes, ayer fue el de la Lieja, con 150 kilómetros entre Riemst y La Redoute. Un trazado bastante más corto, casi la mitad, que el la Doyenne, pero de lo más intenso: ocho ascensiones, incluyendo tres -dos y media sería más exacto porque la línea de meta se encontraba a media subida- a la famosa cota ardenesa.

A por ello se lanzó un grupo de once hombres, entre quienes se encontraba David López, que no tardaron en alcanzar ventajas sustanciosas, mientras en el pelotón se multiplicaban las peleas, más aún tras una caída que lo dejó roto, con los candidatos a la general repartidos en diferentes grupúsculos. En el primero se encontraba Tom Dumoulin (Argos), que fue recortando diferencias a una fuga que perdía unidades con velocidad, hasta verse prácticamente neutralizada.

Pero David López evitó el disgusto echando el resto en la última cota y se llevó la recompensa «No me puedo creer que haya ganado aquí», se felicitó, emocionado. Por detrás, un reguero de pequeños grupos y corredores en solitario. Entre ellos Dumoulin, cuarto en meta y nuevo líder con casi un minuto de ventaja -que habrá que ver si consigue rentabilizar, teniendo en cuenta las características de la última etapa- sobre el que se presume su principal rival por el triunfo final, Silvayn Chavanel.

Portugal

Alejandro Marque (OFM) es el nuevo líder, y virtual ganador, de la Vuelta a Portugal, tras adjudicarse la penúltima etapa, una contrarreloj de 35 kilómetros.