Las pruebas de velocidad dejaron dos nombres propios en la tarde de ayer, en la penúltima jornada de los Mundiales de Moscú. Uno es más que conocido; el otro no tanto, pero lo será. El jamaicano Usain Bolt se hizo con su segundo oro, esta vez en los 200 metros, y hoy peleará por el triplete en la prueba del relevo 4x100. Minutos antes, la joven estadounidense Brianna Rollins desbancaba a la australiana Sally Pearson en los 100 metros vallas, por lo que pudo celebrar anticipadamente sus 22 años -los cumple hoy mismo-.

Todos daban como claro favorito al Relámpago al no tener a sus máximos rivales sobre la pista -Yohan Blake estaba lesionado y Tyson Gay, suspendido por dopaje-. Pero el jamaicano no cambió ni un ápice su preparación de cara a la final. Ya en el túnel de calentamiento, el gigantón de Trelawny se divertía imitando a un lanzador de jabalina. Y después, sobre la pista, instantes antes de la carrera, jugueteaba con la cámara.

Solo el pistoletazo de salida pareció poner algo nervioso a Bolt -partió algo lento, en 177 milésimas-. Sin embargo, en la curva ya había tomado la compensación a todos, y se marchó como un rayo hacia la victoria. Tanto, que hasta tuvo tiempo de controlar a su compatriota Warren Weir, marcar un `discreto' 19.66 y dejar para otra ocasión el intento de récord mundial que él mismo ostenta (19.19).

Por detrás de ambos atletas entró el estadounidense Curtis Mitchell, con 20.04, que privó a Jamaica de copar el podio, ya que desbancó a Nickel Ashmeade por solo una centésima.

El show de Usain Bolt continuó después. Aún eufórico, el gigante se divirtió con todo el estadio olímpico Luzhniki de Moscú. Tomó prestada la bandera de su país, cogió la cámara de un fotógrafo con la que sacó instantáneas a los aficionados, guiñó a las cámaras, sacó bola y terminó con el característico gesto con los brazos que ha popularizado en sus celebraciones.

Lo cierto es que la prueba que más le gusta solo ha sido un mero paseo y un divertimento para Bolt en estos Mundiales. Se vio el viernes, en la semifinal. El hombre más rápido de la tierra apenas se despeinó en ella. Solo el sudafricano Anaso Jobodwana -sexto ayer- intentó forzar algo más de lo normal al jamaicano, y lo único que le sacó fue una enorme sonrisa.

Gracias a este nuevo oro, Bolt culmina su hat-trick particular en los 200 metros al lograr el tercer título mundial consecutivo en su distancia predilecta (Berlín'09, Daegu'11 y Moscú'13).

Pero aún quiere más. Hoy, último día de competición, Bolt puede convertirse en el atleta más laureado de la historia en los Campeonatos del Mundo si consigue la medalla de oro con el relevo 4x100. Sería la octava del metal más noble y la décima en total, superando al mítico estadounidense Carl Lewis.

Una deslumbrante Rollins

Algunas dificultades más tuvo la joven estadounidense Brianna Rollins para hacerse con el oro de los 100 vallas. Además de los obstáculos, la velocista yanqui tuvo que emplearse a fondo para desbancar a la australiana Sally Pearson, campeona olímpica en Londres 2012, que aterrizaba como favorita a pesar de haber llegado con muchas dudas a la capital de Rusia.

Ambas se clasificaron sin problemas para el gran duelo, que se disputó apenas algo más de una hora después de las semifinales. Yanqui y aussie habían corrido en series diferentes y se retaron para la final.

Con el pistoletazo de salida, Pearson tomó ventaja, pero Rollins, que hoy cumple 22 años y llegaba con una increíble marca de 12.26 lograda el 22 de junio de este año, quería obtener el mejor regalo que una atleta pueda lograr. Se puso en cabeza y arrasó con todas sus rivales. Hoy soplará 22 velas doradas.