El Torneo Cuatro Naciones de Rugby comenzaba ayer su edición 2013 con la victoria apabullante de Nueva Zelanda sobre Australia (47-29) en Sidney, y la de Sudáfrica ante Argentina en Soweto (73-13).

Australia se estrenaba en casa con un nuevo seleccionador -tras la sustitución en julio de Robbie Deans por Ewen McKenzie-, volvía su capitán Richie McCaw después de un periodo sabático de ocho meses (era su 117º partido internacional), y contaba además con el acicate de tomar ventaja en la Bledisloe Cup -trofeo que se lleva el ganador del Nueva Zelanda-Australia al mejor de tres partidos, los dos del Cuatro Naciones y un tercero a jugar el 19 de octubre, objetivo que persiguen desde hace una década-.

Pero los All Blacks se dieron un festín ofensivo, con seis ensayos anotados por dos de los Wallabies. Los australianos no arrojaron la toalla y, aprovechando la indisciplina crónica de los neozelandes, aguantaron en el marcador (25-22) hasta que en los últimos 25 minutos Nueva Zelanda logró tres ensayos (dos de ellos del alero Ben Smith, que hizo un hat-trick) y 22 puntos que acabaron con la resistencia local.

En el segundo partido Sudáfrica endosó un abultado 73-13 a los Pumas de Argentina, un mal inicio si pretenden mejorar su debut en el torneo del año pasado, que se saldó con cinco derrotas y un empate (precisamente ante los Springboks). Sudáfrica sumó hasta nueve ensayos, entre ocho jugadores diferentes.