Jagoba Arrasate vivió un debut perfecto en el banquillo de la Real porque su equipo logró una victoria y desplegó un juego que debe servir para dar confianza a los jugadores para el partido del martes y a los aficionados que dudaban del potencial del conjunto de la plantilla.

Lo más importante del encuentro de ayer fue precisamente ver que la Real puede jugar como el año pasado sin Illarra y con seis cambios en su once inicial con respecto al básico de Montanier y otros dos jugadores que no contaban de refresco. Y de esos ocho jugadores solo Seferovic, que causó una muy buena impresión, era un fichaje.

De los seis más adelantados, Carlos Vela era el único que formaba ese once básico de Philippe Montanier y el equipo funcionó bien, ganó con solvencia y además lo hizo sin encajar un gol y sin conceder apenas ocasiones. Ansotegi fue el elegido para cubrir la baja de Mikel González en su debut como capitán y cumplió como siempre.

Independientemente de que Iñigo Martínez abandonara el campo con un tobillo tocado, que los centrales que no jugaron el año pasado respondan debe ayudar a que se disipen las dudas que cada verano rodea la confección de la plantilla cuando llegan pocas incorporaciones. Al final eso es una ventaja, porque la Real sabe a lo que juega y con un solo fichaje es más fácil dar continuidad a lo que ha funcionado bien.

Además Arrasate pudo dosificar a los jugadores de cara al partido del martes, sobre todo a los tres que arrastraron problemas durante la semana. Xabi Prieto se quedó en el banquillo junto a Griezmann y Pardo y Elustondo fueron sustituidos. Fue muy bueno el cambio de Gaztañaga por el beasaindarra porque siempre es bonito ver debutar y premiar a un jugador del filial y permitió al sustituido retirarse en medio de una gran ovación tras realizar un partido acorde al alto nivel que tiene por mucho que le toque ser la diana de muchos.

Buen centro del campo

Elustondo formó el centro del campo con otros dos jugadores que no pudieron aportar mucho el año pasado y tanto los tres como Ros en los buenos minutos que jugó demostraron que el puesto en el que se ha querido fichar estaba bien cubierto a pesar de la baja de Illarramendi.

Sin el mutrikuarra, con Griezmann y Xabi Prieto en el banco y con las seis bajas con las que afrontaba el partido, la Real demostró que detrás del once básico de la pasada temporada había jugadores capacitados, aunque necesitaron un período de adaptación al encuentro.

A la Real le costó arrancar, pero con el paso de los minutos se hizo con el control del balón y del partido y antes del gol de Carlos Vela se pudo adelantar con dos remates de Chory Castro al larguero y de Rubén Pardo, que se fue fuera por poco.

Junto a Elustondo, destacó en el centro del campo el riojano, que es el jugador que mejor puede sustituir en el plano ofensivo a Illarra. El viernes trasmitía cierto escepticismo sobre su estado físico y ayer no solo demostró su talento y calidad, sino que físicamente estuvo bien, sobre todo en el primer tiempo, como todo el equipo.

Porque también se ha discutido la exigente pretemporada que se ha saldado con problemas musculares, pero la Real superó al Getafe tanto en el apartado del juego como en el físico, un elemento importante de cara a la previa de la Champions.

Sobre todo sufrieron los defensas del Getafe con la movilidad y velocidad de Carlos Vela y Chory Castro, que conectaron en el momento oportuno para abrir el marcador. El Getafe apenas tuvo en todo el primer tiempo un par de llegadas que Bravo resolvió sin problemas.

Los peores minutos

A la Real le volvió a costar arrancar en el segundo tiempo. Nada más comenzar Sarabia tuvo una clara opción que no aprovechó y en el minuto 69 Diego Castro remató alto en buena situación.

Fueron los peores minutos del partido para la Real, pero del posible empate se llegó al 2-0 en una acción iniciada en una buena ayuda de Elustondo a Carlos Martínez. El beasaindarra sacó el contraataque que en la otra punta del campo culminó Seferovic con otra vaselina tras recibir un buen pase de Vela.

Fue otro elemento positivo de la noche porque es importante que el suizo coja confianza y la Real tenga dos delanteros de garantías, que era el puesto en el que más necesaria era un fichaje de sus características.

El 2-0 supuso la estocada definitiva a un Getafe que no mostró capacidad de reacción en los veinte minutos que quedaban y eso permitió a Jagoba Arrasate retirar del campo a Pardo y Elustondo y premiar al trabajo realizado por Javi Ros y Gaztañaga.

El Getafe nunca dio sensación de poder entrar en el partido y Carlos Vela tuvo las dos mejores ocasiones de los últimos minutos, lo que permitió a la Real despedir el estreno con una solvencia que le debe ayudar a encarar con toda la confianza la previa de la Liga de Campeones.