Sindicatos vascos dan un no rotundo a los planteamientos de la CEOE
Los sindicatos LAB, ELA y CCOO, que ya venían advirtiendo las últimas semanas de un otoño convulso por el aumento de la conflictividad, se reafirmaron ayer en su postura tras las últimas propuestas de la patronal española para quitar «privilegios» a los contratos indefinidos. Las centrales aseguran que se trata de derechos y no de privilegios, y alertan de que solo servirá para aumentar la precariedad.
GARA | DONOSTIA
Las últimas, y también polémicas, declaraciones del presidente de la CEOE, Juan Rosell, planteando «sacar algunos privilegios» a quienes tienen contratos indefinidos no han sentado nada bien a los sindicatos vascos, quienes han rechazado rotundamente tal propuesta.
Si bien el vicepresidente de la patronal española, Arturo Fernández, quiso matizar ayer las palabras de Rosell afirmando que la CEOE no quiere «quitar privilegios a nadie» sino «buscar modalidades de contratación más flexibles» en una «economía hiperflexible», los sindicatos LAB, ELA y CCOO de Euskadi manifestaron ayer que tener un contrato indefinido no es ningún privilegio, al tiempo que acusaron a la asociación empresarial de querer ahondar en la precarización.
Así, el sindicato LAB alertó a través de un comunicado que si Confebask decide «seguir los consejos de la CEOE» en relación a la reducción de salarios y los contratos indefinidos, «se tendrá que enfrentar a una conflictividad social y laboral cada vez mayor». En este sentido, remarcó que la reducción salarial no va a favorecer la creación de empleo, sino todo lo contrario, puesto que conllevará una caída de la demanda interna y, por consiguiente, se destruirán más puestos de trabajo.
A juicio de la central, las propuestas de la patronal demuestran que está «desbocada», ya que «cuenta con la absoluta colaboración de los gobiernos, entidades que con su legislación permiten situaciones como las de Corrugados Azpeitia, Troquenor, Inasa o Incoesa, donde pese a la viabilidad de su actividad, se desmantelan para su deslocalización a costa de la pérdida de puestos de trabajo, con el impacto que eso supone a nivel social», apostilló.
Presionar al Gobierno
También el secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, quiso advertir de la influencia que sobre el Gobierno español tiene la CEOE. «La patronal ha entrado alegre en ese escenario de ruptura de diálogo social para tratar, en clave de lobby, de generar un caldo de cultivo que impulse al Gobierno a tomar medidas de desregulación del mercado de trabajo», sostuvo.
Sordo manifestó que es un «error mayúsculo» y «un sarcasmo» considerar un privilegio ser trabajador indefinido y reiteró que se trata de una estrategia para presionar y mediatizar la posición del Ejecutivo del PP.
«Las últimas reformas laborales han incrementado de forma muy importante la capacidad de los empresarios de plantear despidos objetivos, las indemnizaciones medias ya no son de 45 días para despidos improcedentes y, por tanto, no hay situación de privilegio. Esto es desviar el tiro», criticó.
Asimismo, el dirigente sindical cree que los problemas económicos no están en vías de solución, y volvió a señalar que viene un «otoño caliente». Por ello, abogó por combatir la crisis mediante una reforma fiscal, una visión más expansiva de los presupuestos públicos vascos y una distribución más equitativa de los salarios.
En esta línea, el responsable de Negociación Colectiva de ELA, Joseba Villarreal, advirtió a la CEOE de que «precarizar todavía más» los contratos es «apostar por un hundimiento mayor del empleo y la economía», y acusó a la patronal de «aprovechar la situación» para conseguir «todas las ventajas perseguidas durante años».
La OIT recordó a la CEOE que el convenio 175 de la organización establece «claramente» que la conversión de un contrato de tiempo completo a tiempo parcial solo se puede hacer con la voluntariedad de los trabajadores.
El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, quiso matizar ayer las palabras de Juan Rosell afirmando que «no habla de quitar privilegios a nadie» sino de una «hiperflexibilidad en la contratación».
El sindicato LAB denunció ayer que la dirección de Guardian Llodio (Araba) está «coaccionando» a la plantilla para que acepte una bajada de sueldos del 7,14% a partir de agosto. En un comunicado, explicó que la empresa está enviando a los empleados una carta para proponerles que acepten de forma «voluntaria» una bajada salarial desde el 1 de setiembre. Según el sindicato, «en dichas comunicaciones la empresa ha usado la coacción y las amenazas, incluidas las llamadas a casa, para conseguir su propósito».
Además, denunció que la dirección también quiere negociar un nuevo convenio para la empresa, «a pesar de que el último convenio se firmó el pasado enero». Así, informó de que el comité ha sido llamado hoy a una reunión con el fin de llegar a un acuerdo para renegociar el convenio de empresa y conseguir entre otras cosas la reducción de sueldos. Ante esta situación, criticó que Guardian Llodio «quiere aprovechar la actual coyuntura económica para lograr sus pretensiones históricas y bajar los sueldos para obtener mayores beneficios» y mostró su apoyo a quienes, pese a las «coacciones», no han firmado la reducción salarial. GARA