De las Cuevas se suma al capítulo de bajas
A los rojillos se les caen las alas
Mendilibar tendrá que elegir dos nuevos nombres para ocupar los carriles, a lo que habrá que sumar más incorporaciones -se da por segura la de Gato Silva- a otros puestos. El técnico zaldibartarra podría repetir el esquema ya usado de jugar con Oier como enganche.
Natxo MATXIN
La enfermería rojilla no para de incorporar pacientes a sus filas. Si el martes era Álvaro Cejudo el que quedaba descartado para el derbi de mañana por un esguince en su tobillo izquierdo, ayer ocurrió lo mismo con Miguel de las Cuevas, que sufre una microrrotura en el recto anterior del cuádriceps del muslo derecho. De este modo, Mendilibar se queda sin las dos alas que empleó de inicio ante el Granada.
Lógicamente, ello implicará cambios en el once que alinee frente al Athletic, en un número que puede ser elevado, si tenemos en cuenta que otros jugadores no rindieron al nivel que se esperaba de ellos. E incluso podría darse una variación en el dibujo del equipo, con acumulación de piezas en el centro del campo, muy del gusto del técnico zaldibatarra para jugar fuera de casa.
Puestos a rellenar una quiniela sobre quiénes serán los sustitutos de los dos lesionados, gran parte de los pronósticos se los llevan Oier y Sisi. Ambos saltaron frente al Granada tras el descanso y sus ganas propiciaron que el equipo cambiase de imagen de manera notable.
El albaceteño, aunque todavía no está en su punto físico adecuado, tiene muchos boletos para ser titular en Anoeta, pues al preparador rojillo no le quedan muchos jugadores de banda. En el otro carril, la apuesta que cabría intuir es la de desplazar a Armenteros de su posición en la media punta. Otra alternativa sería Roberto Torres, pero no parece que sea la ideal en estos momentos para Mendilibar.
Es ese puesto, el del enganche con el delantero, el que suscita más dudas. Una de las opciones es colocar ahí a Oriol Riera como poste y mantener a Ariel Núñez como hombre más veloz, jugando con dos atacantes puros, u optar por la ya mencionada del trivote, una disposición táctica ya utilizada, con Oier como elemento más adelantado. Tampoco sería descartable e incluso más lógico, que ese vértice ofensivo del triángulo lo ocupase Gato Silva. El chileno tiene suficientes cualidades técnicas como para, desde esa ubicación, surtir de balones en condiciones a carrileros y delanteros.
«No sabía que era así»
El futbolista sudamericano, que no pudo jugar en el estreno liguero para evitar una posible reclamación del Granada, reconoció en sala de prensa que la situación le sorprendió, pues «no sabía que era así, hablé con la gente de allá, pero ya no era posible. Teníamos que haber mandado una carta antes».
Silva, que aseguró encontrarse «totalmente recuperado» de la lesión y «con muchas ganas de jugar y aportar al equipo», apostó por salir ante el Athletic «con todo para traernos un resultado positivo y generar confianza al equipo». Una confianza que él ya la tiene a nivel particular una vez que Osasuna ejerció su opción de compra y lo ató por tres temporadas. «Las sensaciones son distintas, antes tenía la presión de tener que jugar para que me compraran, ahora tener la confianza del técnico es muy positivo», admitió.
En su penúltima sesión de preparación del derbi, la plantilla osasunista realizó trabajo táctico con salida de balón, así como ejercicios de circulación y un partido con objetivos a lo largo de hora y media.
Las 300 entradas para ver el derbi de mañana en Anoeta entre Athletic y Osasuna que el club rojillo puso a la venta para socios se agotaron en apenas 45 minutos. A las 16.25 se abrieron las taquillas de las oficinas de la entidad osasunista y para las 17.10 todos los billetes ya estaban vendidos.
Los aficionados navarros ya comenzaron a formar colas para la hora de comer en las inmediaciones de El Sadar, dada la dificultad que va a suponer adquirir una entrada para dicho encuentro. No en vano, la capacidad del escenario que acogerá el partido -el estadio donostiarra de Anoeta- ya es bastante limitado respecto a la masa social de seguidores rojiblancos, que en este caso harán las veces de anfitriones y que se desplazarán en un gran número de autobuses, con salida desde la explanada del BEC de Barakaldo, coincidiendo con el día grande de la Aste Nagusia bilbotarra.
La última opción para aquellos hinchas rojillos que se han quedado sin entradas es confiar en que quede papel a la venta en las taquillas del estadio donostiarra o aprovechar la jornada para disfrutar del buen ambiente futbolístico que habrá en las calles de la capital guipuzcoana. N.M.
