Internacional
Il Calcio si ama
Arranca la Seria A italiana, donde el fútbol es como la vida misma, con el regreso del «comunista» Livorno.
Joseba VIVANCO
Cientos de brazos laziales se alzaban desafiantes en la grada al grito de «¡boia chi molla!», una conocida consigna mussoliniana que vendría a significar algo así como «¡perro el que afloja!». Enfrente, los seguidores del Livorno, que se dice solo hay una cosa que odien más que un fascista, y es la ciudad de Pisa, contraatacaban con mayor determinación si cabe repitiendo una y otra vez la consigna «Piazzale Loreto», una plaza poco agraciada estéticamente de Milan, en donde de la cubierta de una gasolinera el 28 de agosto de 1945 fueron colgados los cadáveres de Benito Mussolini y su amante, Clara Pettacci, junto a otros adláteres suyos. La irreconciliable y explosiva estampa de un Lazio-Livorno se repetirá de nuevo esta temporada en la Seria A, que arranca este fin de semana con la vigente campeona y recién ganadora de la Supercopa italiana precisamente ante la Lazio, la Vecchia Signora Juventus, como máxima favorita.
En Livorno floreció el Partido Comunista italiano, dicen que los bebés se duermen con la nana ``Bandiera Rossa'' y que uno no puede ser livornés y no ser de izquierdas. Como Luciano Lucarelli, hijo del barrio más duro de esta ciudad toscana, y el jugador que nunca renunció a sus credenciales políticas ni siquiera sobre el verde. Como cuando vio cumplido su deseo de dedicar un gol a la Curva Nord del estadio Armando Picchi -donde convive alguna ikurriña que otra-, la más izquierdista y radical de todo el Calcio. Lo hizo con la selección azurra sub´21, se fue hacia ellos, se alzó la camiseta y mostró su dedicatoria: «El Livorno es una fe y los ultras sus profetas», junto al rostro de Ernesto Ché Guevara. Italia se removió de su sillón.
«Otros futbolistas se compran Ferraris. Yo me compré la camiseta del Livorno», llegó a decir en cierta ocasión Lucarelli, que rechazó mejores ofertas para recalar en su Livorno del corazón, donde es un héroe, donde brilló cuatro años, y finalmente cayó devorado por Livorno y los livorneses. Se fue, volvió, fue vilipendiado por los suyos y finalmente se congració con ellos.
Este sábado, el ascendido Livorno se estrena recibiendo a la Roma. Seguro que lo harán con el espíritu de Lucarelli, del Ché, de Lenin. En una ocasión, un guardia interceptó una pancarta gigantesca con el lema ``¡Viva Postalino!'' Interrogó a los portadores, que le explicaron que el susodicho era un amigo suyo, hincha acérrimo del Livorno, que había fallecido recientemente. Accedieron al estadio, desplegaron la pancarta sobre el fondo norte, despegaron cuidadosamente los caracteres `Po' y la `o' final, superpuestas, y dejaron a la vista el auténtico mensaje: ``Viva Stalin!''.
En Livorno, se dice, el fútbol, la política y la vida son todo lo mismo. Como en el Calcio donde el balón empezará a rodar. Il Calcio non si discute. Il Calcio si ama. Ese fútbol maltratado de Italia hacia afuera pero que allí es religión. Y el repique sonará este fin de semana en que debutará por primera vez en su historia en Seria A el Unione Sportiva Sassuolo, equipo humilde que se estrena rindiendo visita al Torino, y detrás del cual está un hombre, un empresario de la construcción, Giorgio Squinzi. Alma mater de aquel gran equipo ciclista Mapei que dominara los años noventa, con entre otros Gianni Bugno, en 2003 cambió la bicicleta por el balón y se adueñó de un club de fútbol de cuarta división que una década después está en la máxima categoría.
Demasiado foráneo en el Calcio
Son las historias del Calcio, que diría el bueno de Enric González, en el que llama la atención, y la preocupación lógica, el cada vez más elevadísimo número de jugadores extranjeros. El propio Giancarlo Abete, presidente de la Federcalcio, ha apoyado al respetado técnico Arrigo Sacchi que denunció que hay demasiados jugadores foráneos en el fútbol italiano.
La temporada pasada más de la mitad de los futbolistas de Serie A habían nacido fuera de las fronteras de Italia, porcentaje foráneo solo superado por la Premier League. Sea cuestionable o no, y si eso está influyendo en el nivel de su seleccionado, la realidad es que este verano Italia ha atraído a un buen número de jugadores de primer nivel. Mario Gómez, Higuaín, Kevin Strootman, El Apache Tévez, Fernando Llorente, Pepe Reina, Joaquín, son algunos de ellos, mientras que no faltarán ni los Pirlo, ni el sinigual Mario Balotelli, que acaba de cumplir los 23 años, y esta semana, tras no querer firmar unos autógrafos, un grupo de hinchas le envolvió su Ferrari en papel higiénico.
En lo puramente deportivo, la Juventus de Conte vuelve a ser temible, reforzada, y es la firme candidata al Scudetto. Ya se sabe, «en la Juventus ganar no es importante, es la única cosa que cuenta», que diría Giampiero Boniperti, quien formara junto con John Charles y Omar Sívori el `Trío Mágico' juventino.
Sobre sus potenciales rivales directos, Silvio Berlusconi se jactaba de que «después de la pizza y la mafia, lo más conocido de Italia es el Milan», pero los Rossoneri parecen lejos de sus años de vino y rosas, sin fichajes de nivel este verano. Su vecino, el Inter, con el mito Zanetti aun en activo a sus 40 años, tampoco parece un serio aspirante tras un año desastroso. Así las cosas, el Napoli de Rafa Benítez, aunque sin el Matador Edinson Cavani, pero con Reina, Albiol, Callejón, Mertens, Higuaín... puede dar mucha guerra. También la Fiorentina, seguramente el que mejor se ha reforzado tras su gran campaña última. El cuarto en litigio, la Roma -que se acaba de quedar sin su díscolo ariete argentino Osvaldo-, bien apuntalada con De Sanctis en la portería, el veterano brasileño Maicon que regresa al Calcio desde el City, o el delantero Gervinho tras su marchito paso por el Arsenal.
Arsene Wenger, el tacaño
Mientras en Italia el balón echará a rodar, en el resto de principales ligas continentales ya lleva varios kilómetros arriba y abajo. Como en Holanda, donde se vivió un De Klassieker -el quinto de mayor impacto entre enemigos futbolísticos de todo el planeta, según ``World Soccer''- en el que el Ajax se impuso 2-1 a un triste Feyenoord. En tanto, el PSV, a lo suyo, 3-0, líder.
Pero las miradas del panorama futbolero europeo estaban puestas en el arranque de la Premier League. Y de entre los favoritos, solo el Arsenal de un cuestionado Arsene Wenger falló, 1-3, ante el Aston Villa. Los Gunners jugaron con el mismo once inicial que saltó al césped en la última jornada de la pasada campaña. Sin fichajes -con Arteta, Vermaalen, Monreal, Oxlade-Chamberlain o Diaby lesionados- no es de extrañar que en la grada, a pocos metros del alsaciano, un hincha le increpara con un cartel donde se leía ``Spend, spend, spend'', osea, gasta, gasta, gasta. Todo lo contrario que Manuel Pellegrini, al que a los 38 minutos de juego el Etihad Stadium ya coreaba el ``There is only one Pellegrini''.
Su City es el primer líder de la Premier gracias a su contundente 4-0 a las `Urracas' del Newcastle, el equipo plagado de franceses. Liderados por Yayá Touré, los Silva, Navas y Agüero hicieron las delicias de los suyos. Como las hizo Robin van Persie en el estreno de David Moyes al frente del United: 1-4 al Swansea, dos del holandés y otros tantos de un inspirado Welbeck; jugó Giggs y algunos minutos Rooney, que lleva camino de convertirse en otro `caso Llorente'. El otro celebrado triunfo de la jornada fue el 1-0 del Liverpool, que se quedó corto para las grandes sensaciones que los Reds ofrecieron; ojo, que puede ser su año, con Coutinho, un rejuvenecido Gerrard y los goles de un Sturridge que hizo olvidar a Luis Suárez, en la grada.
¿Y Special One Mourinho? Su Chelsea ganó 2-0 al Hull -golazo de Lampard y primer uso del `ojo de halcón' en la línea de meta-, se ganó a su vieja grada y hasta el speaker de Stamford Bridge le anunció con el prólogo «muero de ganas por dar la bienvenida a este técnico, muchas más que con el último»... Rafa Benítez. Al final del choque, Mou, narcisismo puro, habló en tercera persona de sí mismo sobre la afición: «Jose sabe cuánto los quiere y lo felices que están de verme». Por su parte, el Tottenham se deshizo 0-1, con gol de Soldado, del ascendido Crystal Palace, que salió con el 11 más veterano de toda su historia, 29 años de media. Este lunes, primer choque de trenes: United-Chelsea.
En la Bundesliga, el Bayern superó por 0-1 al Eintracht, pero tras ganar 2-1 con apuros al modesto Eintracht Braunschweig -estuvo arropado por 7.000 seguidores-, el líder tras dos jornadas es el Borussia Dortmund, cosa que no ocurrió en toda la temporada pasada. Debutó con los renanos su fichaje más caro, el armenio Mkhitaryan, que acabará en enero su carrera de Empresariales. Los grandes fiascos en este arranque, el Hamburgo -fue goleado 1-5- y el Schalke 04 -cayó 4-0 ante un Wolfsburgo con grandes jugadores y que apunta alto-.
Quien no ha arrancado bien es el PSG en la Ligue 1, dos partidos, dos empates -1-1, tras 37 disparos de los parisinos, con gol de Cavani-, cosa que también le pasó hace un año y luego arrasó. La estrella de la jornada fue Emmanuel Rivière, con un triplete para el Mónaco en la victoria 4-1 ante el Montpellier, que es colíder junto a los dos `Olympiques', Lyon y Marsella.