Cameron ordenó exigir a «The Guardian» la destrucción del material de Snowden
GARA |
El primer ministro británico, David Cameron, ordenó a su ministro de Gabinete, Jeremy Heywood, que advirtiera al diario «The Guardian» sobre las consecuencias de seguir con la publicación de los documentos filtrados por el exagente de la CIA Edward Snowden e intentara frenar las revelaciones sobre los programas de espionaje de EEUU y Gran Bretaña, según revelaron ayer «The Independent» y «Daily Mail» y Reuters.
Después de que el editor de «The Guardian», Alan Rusbridger, revelara que una personas que aseguró representar a Cameron le exigiera que destruyera la información o se la devolviera a las autoridades, una de las fuentes conocedoras del caso consultadas por la agencia británica afirmó que «el primer ministro pidió al secretario de Gabinete que intentara abordar esta cuestión».
Un portavoz de Downing Street se negó a comentar «casos específicos», pero subrayó que «si se estaba almacenando información sensible de forma segura, tenemos la responsabilidad de asegurarla».
Las mismas fuentes indicaron que el asesor de Seguridad Nacional, Kim Darroch, uno de los más estrechos colaboradores de Cameron, también presionó al diario.
En su opinión, el Ejecutivo está absolutamente seguro del modo en que ha gestionado el asunto. «No hay preocupación en el Gobierno de que se hiciera algo erróneo», aseguraron.
Según fuentes gubernamentales consultadas por «The Independent», habría sido «una total abdicación en sus responsabilidades» que el Ejecutivo no hablara con «The Guardian». Agregaron que la decisión de Cameron contó con la aprobación del viceprimer ministro, Nick Clegg, y del titular de Exteriores, William Hague.
El jefe de la diplomacia defendió ayer la actuación del Ejecutivo. «El Gobierno tiene claramente una responsabilidad, si se retiene información de forma insegura y pudiera ser dañina para la seguridad nacional, de intentar asegurarse de que (esa información) se recupera o se destruye», señaló.
Estas revelaciones siguieron a la polémica detención el domingo del brasileño David Miranda, compañero del periodista Gleen Greenwald, que desve- ló las revelaciones de Snowden. Miranda fue detenido, en virtud de la ley «antiterrorista» británica, durante nueve horas cuando hacía escala en Londres camino a Río de Janeiro, donde viven, y le confiscaron todo su material electrónico. Su arresto provocó un problema diplomático con Brasil.