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Preestreno ayer de «Un siglo y 90 minutos»

La memoria de San Mamés

Leyendas rojiblancas asistieron al repaso de los cien años de La Catedral, un documental plagado de emociones y alguna lágrima.

Joseba VIVANCO

«Nada es para siempre, ni siquiera este San Mamés», asume la firme voz, a sus ya 95 años, del mítico Rafa Iriondo, que, como él se congratula, nació cinco años antes que La Catedral. A su lado, su nieta, Celia, avanza a la carrera por el verde del estadio hasta alcanzar la pelota. Mira a la cámara, clava sus ojos en ella y lanza un rugido, el rugido de San Mamés, el mismo que se estrenó hace un siglo y cuya efeméride fue celebrada ayer con el preestreno del documental ``Un siglo y 90 minutos. La leyenda de San Mamés'', que congregó en el Guggenheim, entre otros, a algunos de los participantes en la película y protagonistas a la vez de esa historia de fútbol y pasión. Allí estuvieron Iriondo y el Chopo Iribar, Carmelo Cedrún y su hijo Andoni, Iñaki Sáenz... hasta Peio Uralde, quién sabe si el único jugador que logró silenciar La Catedral.

Mucho calor fuera del museo bilbaino y muchos grados de emotividad dentro. «Una escuela de valores», así definió el artífice de esta idea, el periodista Unai Larrea, lo que para él significaba este estadio. Un repaso afectivo a cien años de alegrías y tristezas, aderezado por conversaciones de algunos de sus héroes y heroínas, desde un Johan Cruyff que rememora cómo «siempre me aplaudían», a un Xavi Hernández que no duda en afirmar que «la gente aquí es una pasada», pasando por un Dino Zoff que evoca aquella final del 77 que «fue un infierno para mí» o Valdano reconociendo que «aquí descubrí lo que era el fútbol europeo».

Las Biritxinaga

«Le contamos la idea a Rafa Iriondo y nos dijo: `Vale'», contaba Unai Larrea. Y el que fuera extremo diestro de aquella segunda gran delantera rojiblanca agarró la mano de su nieta y se bajó a San Mamés. Él nos introduce en el documental y él lo despide. Una película realizada con mucho mimo y cariño, emotiva, que guía al espectador por la «liturgia laica que es el fútbol», como dice en la cinta el obispo emérito de Donostia, Juan Mari Uriarte. La liturgia de San Mamés.

Imágenes para el recuerdo, repetidas algunas mil veces y grabadas en nuestras retinas, conversaciones entre rivales y a la vez amigos, Julen Guerrero con Iker Casillas, Liceranzu con Peio Uralde, Iribar con Zoff, Cruyff con Txetxu Rojo, Joseba Etxeberia con Xavi Hernández, Zubizarreta con Valdano, Villar con Del Bosque, Nerea Onaindia con Susana Guerrero... «Cuando todos querían ser Goliat, nosotros decidimos ser David. Y San Mamés es nuestra honda», dice Javi Clemente con su voz en off.

Recuerdos, sensaciones, vivencias. Iribar nunca olvidará el partido de nuestras vidas», aquella final europea perdida contra la Juventus en San Mamés. Pero la familia Biritxinaga jamás arrinconará que allí vivieron y allí nacieron, bajo la tribuna, aquella que, «casi quemamos con una fogata de papeles que hicimos», cuentan las hermanas; «aquella fue la única vez que nos ha pegado mi padre», añaden, para carcajada del auditorio. Porque no faltan las risas, como cuando Del Bosque le dice a Villar que su puñetazo a Cruyff fue «como el de Ruiz Mateos», ni las lágrimas, cuando la viuda de Biritxi, Begoña Ayarza, mira el estadio y repite mientras solloza, «es mucho lo que se nos va aquí». Así es, mucho. Pero como enfatiza Ana Urquijo, la única presidenta en más de un siglo, «los recuerdos no los mata ninguna grúa».

Para Joseba Etxeberria «es como cuando te vas de casa». San Mamés «se cierra sin perder la virginidad», apunta Jorge Valdano, «cien años en Primera División». Un siglo que da para mucho. Para rememorar y hasta para sentir esa carne de gallina cuando se proyectan las imágenes de San Mamés, previa a la salida de los equipos, aquella inolvidable noche en que se ganó al Sporting de Lisboa y se sacó el billete para la segunda final europea. «Nunca he visto el campo como aquel día», se sincera el hoy capitán Carlos Gurpegi, que suma 300 partidos de rojiblanco.

El primer estadio, el primer gol de Pichichi, la vieja tribuna este, el partido ante el Manchester United, el régimen franquista obligando a jugar el primer partido de España en San Mamés tras la guerra, la izada de la primera ikurriña, la bicrucífera que corría delante de decenas de `nacionales' tras aquel escandaloso Athletic-Barça de Copa, el centenario contra Brasil, el homenaje a Txetxu Rojo, el gol de Trevor Francis, el de Goikoetxea al Lech Poznan, Pavaroti, Bruce Springsteen, la semifinal contra el Sevilla de Del Nido, el gol de Llorente sobre el pitido que dio el pase a una final europea... «El campo tiene más memoria que todos nosotros juntos», acierta a decir Cruyff. ``Un siglo y 90 minutos'', desde mañana en los Multicines de Bilbo. La liturgia de San Mamés que diría Uriarte. La Catedral.

El equipo entrena a puerta cerrada y Valverde no da pistas

A la espera de que el fichaje de Mikel Rico se haga efectivo de una vez, pocas pistas las que ha dado Ernesto Valverde, ya que los suyos se ejercitaron ayer a puerta cerrada en Anoeta. Una sesión en la que estuvieron ausentes y por tanto serán baja tanto San José como Ekiza. Nada se sabe de Iraizoz, así que habrá que esperar a la rueda de prensa de esta tarde del técnico rojiblanco en Lezama por si desvela algo sobre el once titular o sobre el estado de Iraizoz. Hoy, además, se ponen a la venta, de las 08.00 a las 15.00 en Elcano 13, las entradas sobrantes al público en general -dos por persona- para el partido de mañana en Donostia. J.V.

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