Los pueblos de Erreniega pararán los sondeos de la mina que no tengan licencia
Los pueblos de Erreniega han decidido utilizar los instrumentos legales que están en su mano para detener las prospecciones de una empresa australiana que pretende reabrir de nuevo una mina de potasa en la zona. Pararán los sondeos que no cuenten con licencia municipal.
Aritz INTXUSTA |
Los ayuntamientos donde la empresa Geoalcali está practicando sondeos en busca de potasa se reunieron el miércoles en Undiano y decidieron parar las obras que carezcan de licencia. Actualmente, Geoalcali está estudiando la viabilidad de reabrir una mina en la sierra de Erreniega para extraer potasa y realiza sondeos en nueve puntos de la zona. La asamblea de ayuntamientos y concejos afectados considera que «la promesa de puestos de trabajo, importante en estos momentos, no puede ser a costa de la seguridad, salud y medio ambiente de los pueblos. No puede ser a cualquier precio».
La mejor herramienta que tienen estos municipios es la licencia necesaria para las prospecciones. El Ayuntamiento de la Cendea de Zizur ya intentó detener los sondeos en su terrenos con este argumento, pero Geoalcali aseguró que no necesita licencia municipal «según la legislación minera».
Los pueblos replican que esta empresa «se olvida de que existe la legislación urbanística que concede a los ayuntamientos el control de las obras de excavación». Por tanto, han decidido parar todas las prospecciones hasta que la empresa tenga todo en regla y, además, advierten de que tendrá que ceñirse estrictamente «a los lugares y parcelas señalados en los permisos de investigación concedidos por el Gobierno de Nafarroa».
Geoalcali, filial de una multinacional australiana, pretende reabrir una mina cerca de la gran explotación de Potasas (en la que llegaron a trabajar 3.00o personas), hoy cerrada. Son terrenos ya horadados y estos túneles llegaron a afectar a casas. Además, la mina dejó vertederos que supusieron «un desastre medioambiental» irrecuperable y afectaron al río Elortz, que en verano lleva agua salada. La empresa minera asegura que sería capaz de crear 300 puestos de trabajo si los sondeos prueban la viabilidad del proyecto.
El rechazo vecinal es muy importante y, además, la zona está muy sensibilizada después de sufrir una cadena de terremotos de relativa importancia durante la pasada primavera, que algunos vinculan con las galerías de la mina abandonada.
Los terrenos que horada Geoalcali son ricos en potasa pero se encuentra entre un manto de sal. Tras las lluvias de inicios de año se registró actividad sísmica en la zona, lo que algunos vinculan a los túneles y a la disolución de esa sal.
