Las declaraciones del gerente de Osasunbidea culpando a las enfermeras de la aparición de una arandela en un menú han generado un profundo malestar en el Complejo Hospitalario de Nafarroa. El sindicato ELA asegura que «el deber del gerente debe ser defender a `sus trabajadores' y no criminalizarles por un incidente cuya responsabilidad no se ha demostrado a quién pertenece. Lo que sí podemos demostrar es que, a pesar de todos los recortes a los que nos están sometiendo, el personal ha sido alabado en muchas ocasiones por su buen hacer y su responsabilidad en la atención a los pacientes».

El origen de la polémica fueron las declaraciones del gerente, Juanjo Rubio, que dijo que las enfermeras no tienen que servir una comida si ven un fallo y que, por tanto, el error consistió en que «no fuimos capaces de detectar esa arandela antes de que llegara al paciente».

ELA sostiene que el trabajo desempeñado por las enfermeras ha sido ejemplar y que la responsabilidad en lo sucedido ha de buscarse en la concesionaria de la privatización de la comida del hospital, Mediterránea de Catering. Esta empresa ha sido origen de polémicas constantes desde que se hizo con las cocinas del complejo. Además de la arandela, se descubrió un caracol, comida en mal estado, etc. Incluso un paciente llegó a ponerse en huelga de hambre por considerar que el menú era indigno e insalubre.