Se podía esperar que el nuevo Llanero Solitario no gustara a los viejos conocedores de la serie de televisión, pero sorprende que tampoco haya enganchado al público más joven. Al respecto me parecen muy ilustrativas las declaraciones en contra de Esteve Polls, dibujante catalán actualmente encargado del cómic que se edita en Estados Unidos, afirmando que el tratamiento cómico de la película traiciona el espíritu trágico del personaje, que se hace Ranger para vengar a sus antecesores familiares en el cargo. Lo mismo que su compañero de aventuras nativo, cuya tribu fue masacrada.

En la película solo hay una referencia puntual a los seriales, cuando el jinete enmascarado, luciendo el uniforme de Ranger, monta a su caballo Silver sobre el tren y suena la sintonía original. Por lo demás no hay nada que recuerde a Clayton Moore y Jay Silverheels, que encarnaron a John Reid y Toro en la pequeña pantalla desde 1949 a 1957. En la radio ya existía desde que fuera creado por George W. Trendle en 1933. En fin, que se echa de menos el legendario grito: «Hi-Yo, Silver, Away!».

A lo que se parece «El Llanero Solitario» de 2013 es a la franquicia «Piratas del Caribe», porque Johnny Depp repite la caricatura del pirata Sparrow bajo las pinturas de guerra que cubren el rostro del nativo Toro. Visto el fiasco comercial de esta primera entrega, todo apunta a que no habrá franquicia de western, mientras que la de corsarios se ve también seriamente afectada y se anuncian cambios para la anunciada quinta parte. Disney le va a cerrar el grifo al productor Jerry Bruckheimer, que contaba con el apoyo del director Gore Verbinski y de la estrella Depp.