El Gobierno israelí responsabilizó ayer al Ejecutivo y al Ejército de Líbano del ataque lanzado desde su territorio contra suelo israelí al que fueron lanzados cuatro proyectiles, uno de los cuales fue interceptado y otros dos cayeron en zonas urbanas, activándose las alarmas antiaéreas en las ciudades de Naharía y San Juan de Acre, en la costa mediterránea. Residentes relataron haber escuchado una potente explosión y la caída de metralla, al parecer debido a la descomposición en el aire del cohete interceptado, de acuerdo al Canal 1 de la televisión israelí. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, advirtió que «quienquiera que nos ataque o trate de atacarnos, debe saber que será alcanzado».