Los sindicatos ya advirtieron en su momento que después del 7 de julio, con el fin de la ultraactividad de los convenios, no se acababa nada y el tiempo así lo está certificando. Las centrales prosiguen con la actividad para intentar blindar los convenios de la aplicación de la reforma laboral y la modificación de las condiciones de trabajo, al tiempo que varias empresas están enviando misivas a sus trabajadores para notificar el fin de la ultraactividad y la aplicación del convenio estatal.

Es por ello que LAB y ELA urgen a sus afiliados y trabajadores a no firmar ninguna carta o documento que plantee la modificación de condiciones laborales y que acudan a los sindicatos para recurrir la medida. Insisten en la importancia de mantenerse alerta ante la llegada de notificaciones de este tipo, pues el plazo para recurrir es tan solo de 20 días.

LAB mantiene su postura de seguir «dando batalla» en dos ámbitos: el judicial y el sindical. Según indicó ayer su portavoz en Nafarroa, Igor Arroyo, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia, recurrirán cada una de las notificaciones recibidas por los trabajadores. Un planteamiento en el que coincide en sindicato ELA, tal y como se desprende de documento informativo expuesto en su página web.

«Batalla sindical»

Además de protegerse jurídicamente, Arroyo apuntó que LAB permanecerá también en la «batalla sindical» a través de las movilizaciones y de la respuesta directa en las empresas y sectores en los que se trate de aplicar la reforma laboral. En este sentido, manifestó que la patronal ha optado por la vía del conflicto intentando «imponer» la reforma laboral y que, por lo tanto, los trabajadores «harán frente a ese intento».

Muestra de esta apuesta por la conflictividad, Arroyo informó de que la patronal ya ha notificado en diferentes sectores la aplicación de cambios en las condiciones. Al respecto, a finales del mes de julio, trabajadores del Metal de Bizkaia ya anunciaron que habían recibido cartas por parte de la patronal. Misivas que fueron quemadas como muestra de rechazo a la reforma laboral. «Es importante que los trabajadores no asuman esos cambios», remarcó.

El portavoz de LAB señaló que la reforma laboral «concede más poder a la patronal» para cambiar las condiciones laborales, pero subrayó que no impone ninguna obligación y que su aplicación depende siempre de la «voluntad» del empresario.

Por ello, afirmó que, aunque la patronal haya comenzado a funcionar «con otras reglas de juego» y de manera «unilateral», los trabajadores «no lo van a admitir». En esta línea, incidió en la importancia de blindar los convenios ante la reforma laboral, pero no a cambio de unas condiciones peores, por lo que llamó a no aceptar «chantajes».

Así, apuntó que presentarán su protocolo de actuación al resto de sindicatos. Reconoció que, por ahora, «las posiciones (de las centrales) no están definidas», aunque confió en poder continuar con una actuación unificada.

ELA, por su parte, mantiene su apuesta por la acción sindical en el ámbito de empresa.