Aste Nagusia toca a su fin acompañada por la profusa información de ciertos medios que otros años apenas le han prestado atención -con la excepción de los espectáculos taurinos-, especialmente a los actos populares. Ayer continuaban el seguimiento de las actividades de Jone Artola, la txupinera vetada pero legítima. Una pequeña muestra.

«El Correo» informaba de la orden de la Audiencia Nacional de «grabar los actos de las comparsas bilbaínas denunciadas», y destacaba la presencia de Arantza Garbayo en el homenaje a las txupineras, lo cual no resulta sorprendente, teniendo en cuenta que Garbayo fue txupinera en 1999, a pesar de que se encontraba en prisión.

Según aseguraba su hermano de Vocento, «Abc», «la falsa `txupinera' de Bilbao, Jone Artola, siguió ayer con su escalada de provocaciones a las víctimas del terrorismo al protagonizar un acto junto a Arantza Carbayo, ex presa de ETA que no pudo ser `txupinera' en 1999 por su vinculación con el comando Galicia de ETA». Que fue legítima txupinera, si bien no pudo lanzar el cohete por estar encarcelada. En cuanto a la «escalada de provocaciones» de Artola, ¿no será mayor provocación la que comenzó con la intervención de Urquijo y el inusitado interés de los medios de la derechona por las actividades a las que acude?

«La Razón» llevaba el homenaje a las txupineras a primera página titulando: «La etarra que planeó matar a Fraga, de paseo con Artola». Se supone que, una vez cumplida su condena, es poseedora de los mismos derechos que Marhuenda, ¿no? Sin embargo, al facherío le parece un escándalo incluso que respire. En la información de páginas interiores, afirmaba que Garbayo y Jone Artola «se convirtieron ayer en las estrellas de las fiestas de Bilbao, en un acto al que no acudieron representantes del Ayuntamiento, que dejaron todo el protagonismo en manos de quienes utilizaron las fiestas para enaltecer el terrorismo». Qué pesadez la de esta gente.

Por último, «Libertaddigital» no se andaba con remilgos y titulaba al respecto «Artola y una etarra, protagonistas del homenaje a la figura de la txupinera». Ya sabemos que a Federico y compañía les habría gustado ese protagonismo para Urquijo o para sí mismos, pero en Bilbo parecen inclinarse más por gente como Artola, Garbayo y el resto de txupineras.