problemas económicos
Históricos como Valladolid y el KK Split, cerca del abismo
GARA | BILBO
Los problemas económicos no son para nada ajenos al mundo del baloncesto, y no atienden a la historia ni a los países ni a los logros de nadie. Dos equipos históricos como Valladolid y KK Split están muy cerca de echar la persiana por ese motivo.
Quien peor lo está pasando es el histórico KK Split, ya que está a puntos de desaparecer. Con la nomenclatura de la Jugoplastika y el Pop 84 reinó en Europa entre los años 1989 y 1991 de la mano de estrellas del renombre de Toni Kukoc o Dino Radja, y complementos de sobra conocidos y solventes como Pavicevic, Sretenovic, Sobin, Tabak, Naumoski, Dusko Ivanovic o Perasovic, dirigidos por Bozidar Maljkovic -y el mismísimo Aza Nikolic desde la sombra-.
Pero tras aquellos años resplandecientes, primero la marcha de sus grandes estrellas, después la Guerra de los Balcanes -llegaron a disputar en el Estado español la primera fase de la Euroliga de 1992 con el nombre de Slobodna Dalmacija- y más tarde el devenir del baloncesto continental terminaron de dejar su antiguo brillo en un simple recuerdo.
En el contexto de la crisis económica, la web «tubasket.com» se hacía eco de la dramática situación de este histórico club a causa de la «profunda recesión y a la mala utilización de sus recursos». El alcalde de Split, Ivo Baldasar, hablaba claro al respecto. «No vamos a salvar al KK Split a cualquier precio. Estamos tirando el dinero. La deuda real del club no son 23 millones de kunas -algo más de 3 millones de euros-, son 54 millones de kunas -más de 7 millones de euros-. Esta deuda sería demasiada incluso para el equipo de fútbol del Hadjuk».
Al parecer, en un último esfuerzo por reflotar el conjunto croata, durante el año pasado redujeron considerablemente la deuda de 51 a 13 millones de kunas, pero según el Ayuntamiento la cantidad se ha vuelto a multiplicar y el KK Split parece sentenciado definitivamente.
Mike Hansen dimite en Pucela
En lo que a la Liga ACB Endesa se refiere, el Valladolid está muy cerca de tener que renunciar a participar en la máxima categoría, dejando la próxima Liga en 17 equipos, ya que no parece que el Burgos intente a estas alturas el ascenso de la LEB.
En una rueda de prensa multitudinaria, el exjugador Mike Hansen, que asumía la presidencia de la entidad pucelana hace solo dos meses, presentaba ayer su dimisión.
Hansen tomaba esta decisión «ante la falta de recursos económicos y para evitar seguir fingiendo ser algo que no se es», con una deuda acumulada que según parece asciende a más de 7 millones de euros, repartidos en la deuda de los salarios de 10 meses a los cinco trabajadores del club, media temporada a los jugadores, más casi todo su salario al anterior entrenador.
Según Hansen, «Valladolid es una ciudad trabajadora y así debe ser el equipo que la representa y no se puede fingir lo que no se es. Se ha descuidado la cantera, a los técnicos y la ayuda a los colegios y se ha vivido por encima de las posibilidades». También añadió que «hay que saber dónde estamos y hacer un equipo acorde a lo que se tiene. Nadie se tiene que hacer cargo de una deuda de 2,5 millones de euros», acumulada en los dos últimos años, tras salir del concurso de acreedores. «Habíamos pensado en pedir una línea de crédito de 800.000 euros para poder sufragar gastos pero, debido a la situación de crisis económica, no ha sido posible».
Malas perspectivas para el Valadolid, que no tiene técnico ni plantilla a estas alturas.