vilaweb, Vicent Partal 2013/8/21 (Traducción: GARA)
¿Por qué el PSC bascula hacia el fascismo? (2)
El PSC es un partido acorralado, pero esto solo no explica cómo, desde la tradición de Reventós, Obiols y Maragall, la cúpula dirigente ha podido llegar a adoptar posiciones tan peligrosas como las que hemos visto estos días. Para explicarlo hay que entender también el enorme vacío ideológico en el que acabó cayendo, con el nacionalismo español como único argumento diferenciador de su marca. (...)
El PSOE tenía que cambiar España, pero a veces me pregunto si no es España que ha acabado cambiando el PSOE. Después de la victoria de 1982, aquella enorme fuerza social que los socialistas dirigían no se aprovechó para limpiar a fondo, para reconstruir a fondo y solemnemente la arquitectura sociológica y política, de poder, del reino de Juan Carlos. Aún recuerdo, por ejemplo, mi estupefacción inicial: el entusiasmo de Alfonso Guerra cuando `descubrió' a la Guardia Civil.
(...) el terrorismo de estado, la restricción discriminada de las libertades civiles o la creación de un discurso nada matizado, que a partir de los atentados y asesinatos de ETA atacaba genéricamente al nacionalismo vasco e incluso catalán, es obra del PSOE, aunque no nos guste reconocerlo. No del PP. No es extraño, precisamente por eso, que los primeros militantes contra los nacionalismos periféricos, y aún más acérrimos, provengan del PSOE. Rosa Díez y UPyD, o los Ciudadanos mismos, son emanaciones socialistas impacientes.
(...) los socialistas de hoy ya no tienen argumento ideológico. Más allá de la cíclica retórica anticlerical y cultural, ya no les queda ningún tipo de discurso de izquierda capaz de resistir ni un minuto un análisis serio, particularmente después de haber visto su trayectoria de gobierno y las cosas que han hecho. El 15-M fue para ellos, en este sentido, un último golpe mortal, en la medida en que consiguió identificar a los ojos de los jóvenes urbanos como una parte integral de una consigna que hizo fortuna bajo la sigla PPPSOE.
(...) si eso que queda del PSC decide definitivamente de refugiarse en el españolismo, sus compañeros de viaje serán por fuerza el PP que el mismo PSC ha denunciado durante décadas, Ciudadanos o, por increíble que nos pueda parecer, la extrema derecha. Y si el españolismo vive hoy, como es el caso, una denuncia multitudinaria de la sociedad catalana, entonces me temo mucho que la soberbia sostenida durante décadas y la lógica del discurso arrime al PSC a actitudes más propias del pensamiento fascista (...).
El nacionalismo español, envenenado permanentemente por la inseparable y legendaria supremacía lingüística e histórica, bebe siempre de la tesis mítica del imperio y por eso no sabe convivir con nadie. Ni con Marruecos, ni con Portugal, ni con Francia. Ni con Gibaltar, ni con las excolonias americanas. Ni con la pérfida Albion, ni con los judíos. Ni mucho menos, naturalmente, con los Países Catalanes, el País Vasco o Galicia. Y para entenderlo no hace falta ni siquiera agarrarse a la investigación teórica, que bien lo hemos vivido todos en nuestra piel. (...)