José Manuel Santos, presidente de Colombia, aseguró el viernes que la paciencia «tiene límites» y ordenó a su equipo negociador en Cuba volver a Colombia, después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaran una pausa en las conversaciones para analizar el alcance de la propuesta formulada el jueves por el presidente con la pretensión de que el referendo coincida con las elecciones legislativas de marzo o las presidenciales de mayo de 2014.

Aunque fuentes de la delegación de las FARC indicaron a Efe que no habría encuentro ayer, pero que las conversaciones se reanudarían el lunes, Santos ordenó el regreso inmediato del equipo negociador del Gobierno al país para analizar la situación y afirmó que «reanudaremos las conversaciones cuando lo consideremos conveniente».

«En este proceso el que decreta las pausas y pone las condiciones no son las FARC. De manera que he tomado la decisión de llamar a los negociadores para que se vengan inmediatamente aquí a evaluar el alcance de ese comunicado», agregó.

Las conversaciones que buscan poner fin a más de medio siglo de violencia en Colombia comenzaron en La Habana en noviembre pasado y esta semana entraron en su decimotercera ronda, centrada en el tema de la participación política de la guerrilla, el segundo de los cinco puntos de la agenda pactada.

Tras el anuncio de las FARC, que causó revuelo en Bogotá, y antes de ordenar el regreso del equipo negociador, Santos dijo que esa decisión es «legítima», pero advirtió de que «la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite». No obstante, sostuvo que «tenemos que seguir avanzando en las conversaciones».

Según el presidente, que ha dado señales de querer seguir cuatro años más en el poder, su decisión de presentar al Congreso la propuesta de la consulta para refrendar lo que sea acordado en La Habana es «un acto de responsabilidad con el país y con las futuras generaciones». «Si llegamos a esos acuerdos, el pueblo colombiano, ustedes, serán los que tendrán la última palabra», señaló el mandatario.

El jefe del equipo negociador del Gobierno en La Habana, Humberto de La Calle, también pidió a las FARC que el análisis sea «breve» y recordó que el tema del acuerdo de paz es el último de los seis incluidos en la agenda. Indicó que «el proyecto de ley de ayer no convoca a un eventual referendo, ni mucho menos determina su contenido», porque eso depende de lo que las partes acuerden durante las conversaciones.

El deseo del jefe de Estado colombiano, dijo, es que los acuerdos con las FARC «estén finiquitados de aquí a final de año» y que para entonces esté aprobada la ley que permitiría convocar el referendo.

La iniciativa de paz cuenta con un respaldo popular de alrededor del 59% (63% en abril), según encuestas recientes.