Janez Brajkovic es el primero en vestirse el maillot rojo en esta edición. El esloveno, quien ya vistió el maillot oro de la Vuelta en 2006 durante dos días, en Sanxenxo, dijo que sobre el papel había equipos más fuertes para la contrarreloj. «No soñaba con ser el líder y esta mañana, -por la de ayer- cuando me preguntaron por esa posibilidad dije que no creía en ello», matizó.

«Estoy contento por ser el primer líder de la Vuelta, pero está claro que no soy la figura del equipo. Nibali es el número uno y único líder del equipo». Explicó que había «sufrido un gran dolor» en los 27 kilómetros de trayecto entre Vilanova de Arousa y Sanxenxo, pero reconoció que «a pesar de todo ha sido satisfactorio y he disfrutado por primera vez en toda la temporada. La presencia del viento lo cambió todo».

El aludido Vincenzo Nibali, que logró distanciarse del resto de favoritos gracias a la buena labor de su equipo, señaló que «había sido una grandísima crono. El equipo ha estado fantástico». «Mi condición física es muy buena pero la Vuelta es muy dura y muy larga, hay etapas muy importantes y difíciles así que ya veremos, hay que ir día a día», comentó el italiano, último ganador del Giro.

Samuel: «Nos hemos vaciado»

Samuel Sánchez recordó que «somos un equipo, no un grupo, pero con equipos como estos y con este viento ha sido difícil competir. Ellos son más veloces, pero nosotros lo hemos dado todo, nos hemos vaciado. Ha sido una crono muy dura, en ciclismo no hay nada fácil», señaló.

El líder del Euskaltel, que ha anunciado su desaparición por problemas económicos, añadió que «el objetivo es irme satisfecho. Es difícil ganar porque todos quieren lo mismo. Hay que darlo todo y a ver qué pasa. Somos profesionales y sabemos a qué hemos venido».

Purito Rodríguez (Katusha) admitió que no había comenzado bien la Vuelta «la verdad es que no hemos empezado con buen pie, pero es lo que hay».