Vuelta 2013
Astana y Nibali van muy en serio
El equipo kazajo se adjudicó la primera crono y colocó a Brajkovic como líder, con Valverde a 29 segundos, Purito a 59 y Samuel a 1,14.
Jon ORMAZABAL
Por si había alguna duda, el Astana al completo y Vincenzo Nibali en particular demostraron que van muy en serio en esta Vuelta y completaron una jornada perfecta para sus intereses, adjudicándose la contrarreloj por equipos y adquiriendo unas rentas considerables respecto a sus más directos rivales.
Así, el Movistar de Alejandro Valverde se dejó casi medio minuto en la línea de meta de Sanxenxo y fue de los mejores parados, ya que el Katusha de Purito Rodríguez perdió casi un minuto, 59 segundos, y Samuel Sánchez fue uno de los más perjudicados, con un retraso de 1.14 tras otra mala crono de Euskaltel. Además, Astana fue listo al colocar de líder al esloveno Janez Brajkovic, protegiendo a su jefe de filas de la presión y los compromisos de vestir de rojo en las primeras jornadas.
Dentro de las ansias de dotar de espectacularidad a un deporte ya espectacular de por sí, los organizadores buscaron un comienzo de Vuelta original, haciendo que la ronda partiera de una batea que sirvió de lanzadera, encima de un vivero de mejillones que produce 80 toneladas al año del molusco. Los equipos avanzaron por una rampa de cristal y 60 metros transparentes hasta tierra firme, para completar un recorrido de 27 kilómetros.
El Omega, campeón del mundo de la especialidad, estuvo al frente de la clasificación casi toda la tarde con 30.15 minutos. Sin embargo, el nivel de sus rivales fue mejorando a medida que avanzaba el tiempo y el Radioshack, dirigido por Cancellara, un «hombre que vale por tres», como dijo su compañero Haimar Zubeldia, superó la marca por 6 segundos.
Los hombres del suizo estaban preparados para subir el podio -Zubeldia e Irizar se conformaron con sus puestos en el Top 10-, pero faltaba por llegar el Astana con Brajkovic al frente, un excampeón del mundo sub 23 contrarreloj, una promesa que no terminó de cuajar en los equipos del belga Johan Bruyneel, entre ellos el Discovery de los tiempos de Lance Armstrong. Los kazajos no partían como favoritos, pero se adaptaron a un circuito sinuoso como ningún otro conjunto, así como a los repechos y el viento que azotó el trayecto, evitando lo que parecía inevitable: bajar del cajón a Cancellara. Para ello hubo de rodar a 54.8 kms/hora y fue el único equipo que bajó de los 30 minutos en meta.
Movistar no cuajó una mala actuación, y las sensaciones en el cuadro navarro fueron agridulces. Buenas por haber sacado Valverde medio minuto a un ciclista como Purito Rodríguez, pero malas por el tiempo cedido por Beñat Intxausti, uno de sus hombres fuertes. El de Zornotza tuvo una avería mecánica en el kilómetro 12 que le hizo descolgarse de sus compañeros, que tuvieron que afrontar 15 kilómetros con solo seis ciclistas. Intxausti terminó dejándose 2.27 en línea de meta.
Falta de corredores
Katusha también echó de menos a varios de sus corredores en la parte final de la contrarreloj por equipos. Los rusos perdieron a varios corredores demasiado pronto y en los metros finales desperdiciaron valiosos segundos esperando a Dani Moreno, que no podía seguir a sus cuatro compañeros.
Caja Rural se defendió en una modalidad en la que poco tenían que ganar, mientras que una de las sorpresas más desagradables fue la del Garmin de Bingen Fernández, que quedó por detrás de los navarros en 19ª posición a 1.41 de los ganadores. Argos y Cofidis fueron los últimos, pero con diferencias inferiores a los dos minutos.
Haimar Zubeldia y Markel Irizar, octavo y noveno en la general, fueron la cara de los nuestros, mientras que Beñat Intxausti, que se dejó 2.27 e Igor Antón, a 2.43, que no pudieron seguir a sus compañeros, fueron la cruz.
Las bonificaciones podrían tener su importancia en la lucha por el liderato en una primera etapa en línea que termina en el Alto do Monte da Groba, de primera categoría.
Un Euskaltel Euskadi melancólico se despedirá sin haber podido superar la asignatura de la contrarreloj por equipos, una disciplina que siempre se les ha atragantado.
El equipo naranja partió con el firme objetivo de tratar de mejorar la novena plaza obtenida el año pasado en Iruñea pero, lejos de lograrlo, tuvo que conformarse con una discreta decimocuarta posición, dejándose a Igor Antón, Landa, Oroz y Urtasun por el camino.
Eso sí, las diferencias en cuanto a tiempo no fueron demasiado amplias y los de Gorka Gerrikagoitia confían en poder progresar a partir de hoy. J.O.