UDATE | Iratxe FRESNEDA, Periodista y profesora de Comunicación Audiovisual
«Sailor's Grave»
Hay caminos, los hay. Hay formas de contar historias. Contar, a secas, de mostrar, de imaginar, de crear. Dos pilares: sexo y muerte. Y eso tan abstracto llamado «amor» que se tambalea entre ambos. El juego se traza en base a esas líneas; lo demás son desvíos, derivadas, desvaríos. Hay maneras de conseguir reanimar al cadáver del cine, de las imágenes en movimiento, y hay gente que está en ello, reinventando, recordando, haciendo en los márgenes. «Sailor´s Grave» (La tumba del marinero) es el resultado de un taller que ha impartido Koldo Almandoz en Arteleku. Una labor en red que comenzó en 2011 con «Hondoko Itsasoa» y que en esta ocasión, ha jugado con las imágenes creadas desde distintos lugares del mundo, para animarlas (sí, también para darles alegría). Los participantes han construido con ellas una historia, un «tejido visual» común a partir de la experiencia grupal y el resultado es divertido e interesante. Tan interesante como su punto de partida: el juego dadaísta del «cadáver exquisito».
Éluard, Breton o Tzara, algunos habituales en el juego, defendían que la creación debiera ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica... Y en «Sailor´s Grave» se aprecia algo de todo eso, de ese juego que también practicó el tailandés Apichatpong Weerasethakul (Palma de oro en Cannes por «Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives») en «Mysterious Object at Noon».
El pequeño y divertido artefacto funciona como una cuna para mecer nuestra imaginación porque «Sailor´s Grave» provoca y seduce nuestra mirada, evoca historias y nos empuja hacia la necesidad primaria del juego a través de las imágenes y la esencia de ese ejercicio de construcción de relatos colectivos imperfectos. Recuerda que, de momento, estamos vivos y que jugamos a vivir. No lo olvides: «Memento mori». Juega.