El grupo parlamentario de Aralar-NaBai ha elaborado una propuesta de ley sobre el auzolan con el objetivo de «adecuar a la vida moderna y a las necesidades actuales un derecho histórico de Nafarroa y Euskal Herria». Patxi Zabaleta, líder de la formación abertzale, asegura que la intención es salvaguardar esta tradición y «dotarla de una seguridad jurídica, ya que está regulada de una forma muy parcial y anticuada».

En el texto que se ha presentado al parlamento, Aralar-NaBai expone que el auzolan apenas está regulado formalmente en Euskal Herria, con la excepción de algunas pequeñas referencias en las normativas sobre entidades locales de Araba (donde se hace referencia a la vereda) y Nafarroa. Esta escasa atención que los legisladores le han dedicado provoca que tenga muy débil efecto práctico, dado que al no ser una costumbre por escrito esa prevalencia teórica que los fueros dan a las tradiciones, en la práctica, no es tal.

Ampliarlo a las ciudades

El documento presentado destaca que el auzolan es una herramienta muy válida a día de hoy y que sería oportuno «acercar el auzolan a las tareas urbanas, especialmente a la conservación del patrimonio público y el medio ambiente, en particular, cuando las relaciones laborales y la inversión pública no pueden llegar a cubrir esos huecos». De otra parte, remarca que para las pequeñas localidades el uso de esta figura sigue siendo de capital importancia y, por ello, deben disponer de «amparo y fundamento jurídico sólido».

Por ejemplo, una de las ventajas que, según Aralar-NaBai, tendría esta nueva ley reguladora del trabajo comunal, sería «abrir vías a la regularización de seguros, tanto públicos como privados para quienes participan en el auzolan».

La proposición de ley hace una definición de cómo funciona el trabajo vecinal en Nafarroa (quiénes lo realizan, cómo se convoca, qué diferentes formas de aportación hay...). Asimismo, se contempla la posibilidad de la sanción para quien no participe o la sustitución de determinadas tasas o impuestos por trabajo en auzolan.

El texto sobre el que deberá pronunciarse el Parlamento también incluye varias propuestas para poner en marcha esta ley y detalla qué leyes actuales se verían afectadas por esta nueva regulación de una de las tradiciones más arraigadas en Nafarroa. En la rueda de prensa, Zabaleta aseguró que esta nueva ley puede servir para mantener y mejorar el patrimonio público, pero que eso nunca debe perjudicar «la creación de centros y puestos de trabajo» y que el espacio del auzolan debe quedar constreñido a «los ámbitos donde no pueda llegar el mercado de trabajo». El objetivo, por tanto, es ayudar a las entidades locales o las ciudades a llevar los servicios y el patrimonio más allá de lo que los medios económicos les permiten.

Aralar-NaBai entiende que a través de la nueva ley será más fácil que otras instituciones puedan recurrir a esta figura para alcanzar sus fines. Además de las ciudades, la nueva ley habilitaría a mancomunidades, facerías y comarcas a llamar a los vecinos a trabajar por el patrimonio público o comunal.