CRÓNICA | FIRMA DEL CONVENIO DEL CANAL DE NAVARRA
Barcina destaca que quien apoya el Canal y a España defiende a Nafarroa
El apoyo al Canal de Navarra y a la «colaboración leal» con el Gobierno español marcan, a juicio de Yolanda Barcina, la muga de quienes defienden el progreso de Nafarroa y de quienes se empeñan en retrasarlo. Así lo destacó ayer en Artaxoa en la firma, junto al ministro Miguel Arias Cañete, del compromiso para ampliar esta macroinfraestructura hidráulica.
Martxelo DÍAZ
Barcina no dejó de mencionar en su discurso a quienes apoyaron desde el comienzo las obras del embalse de Itoitz y del Canal de Navarra. UPN, PSN y PP. UGT, CCOO, CEN, UAGN y Consebro. UCAN y la Cámara de Comercio. Alcaldes y concejales. En una palabra, la Plataforma del Agua. Al acto de Artaxoa acudieron representantes de estos grupos de ayer y hoy. Los máximos dirigentes de UPN y UAGN cuando comenzaron las obras en 1998, Miguel Sanz y Ángel Eraúl, saludaron muy efusivamente al ministro Arias Cañete. También acudieron el ex secretario general de UGT, Juan Goyen, y el exvicepresidente Álvaro Miranda, quien conoció de cerca las aguas de Itoitz.
«Si hubiera sido por algunas fuerzas políticas esta obra no habría salido adelante», señaló Barcina, que reconoció que el proyecto «contó, especialmente en sus inicios, con una fuerte oposición que, afortunadamente no consiguió paralizarlo, aunque sí retrasarlo».
La oposición al macroproyecto parece seguir estando viva, pese a que Barcina se refirió a ella en pasado, ya que ayer mismo los grupos parlamentarios de Bildu y Aralar-NaBai destacaron que destinar decenas de millones a una obra que hipoteca el desarrollo rural mientras se recorta en gastos sociales no es una buena política.
Bildu destacaba que el Canal de Navarra «no ha cumplido ninguna de las bondades que nos anunciaron, ni ha creado miles de puestos de trabajo, ni ha atraído industria a las zonas de regadío, ni ha diversificado cultivos».
No obstante, Barcina ve la situación con otros ojos. El Canal y sus efectos «deben valorarse a largo plazo». Por ello, considera que está justificado que el Gobierno navarro gaste este año 8,5 millones de euros (y el español 8,5 millones) y que se comprometan a anticipar distintas cantidades hasta 2026. «Otra prueba de los beneficios que aporta a la ciudadanía navarra la colaboración con el Estado», en palabras Barcina.
«Serán las generaciones futuras quienes disfrutarán de los beneficios del Canal en plenitud. Puede que esto no se entienda», añadió. Una de las que no ha debido entenderlo es la profesora de la Universidad de Zaragoza, que elaboró un estudio que destacaba que la primera fase del Canal no ha supuesto el beneficio económico que se anunció a bombo y platillo. Será por eso que hay gente que no entiende el empecinamiento en continuar con esta macroinfraestructura.
El empecinamiento de UPN y PP es tal que el Canal de Navarra será la única obra hidráulica que el Gobierno español financie este año, según destacó Arias Cañete. Y todo gracias a una enmienda de Carlos Salvador, según la presidenta de Nafarroa.
Y es que el Canal de Navarra, según sus impulsores, vale para todo ya que es «una auténtica autovía del agua, que es viada y desarrollo», según Barcina, que subrayó que vertebra el territorio desde Longida (que pregunten en Itoitz o en Agoitz), crea empleos en agricultura, industria y construcción y da de beber a 300.000 personas. Aunque la realidad diga otra cosa.