Ion SALGADO

El Boletín Oficial del Territorio Histórico de Araba (BOTHA) publicó el pasado miércoles la aprobación inicial de la ordenanza municipal reguladora de los usos, tráfico, circulación y seguridad en las vías públicas de carácter urbano de Gasteiz. Una polémica norma, ratificada el 24 de julio por el Consistorio de la capital, que tiene por objeto excluir a las bicicletas de las aceras y de los espacios reservados a los viandantes. Tal como figura en el tercer capítulo del texto normativo, relacionado con la circulación en bicicleta, ciclos, patines y similares por las calles de la ciudad, «como norma general, se prohíbe la circulación de ciclos y bicicletas por espacios peatonales».

No obstante, la norma, que estará sometida a un período de información hasta el próximo 2 de octubre, recoge una serie de excepciones a esa limitación. Así, se permitirá el tránsito de ciclistas menores de catorce años por las aceras de la ciudad y se tolerará la circulación de bicicletas cuando quien conduzca el ciclo sea una persona con movilidad reducida. En cuanto al paso por las zonas peatonales del Ensanche, el texto detalla que se permitirá el tránsito de ciclistas «en ciertas franjas horarias». Unos límites temporales todavía desconocidos para la ciudadanía, ya que será el Gobierno local, mediante un decreto de Alcaldía, el que estipule cuándo y cómo se puede atravesar sobre dos ruedas el centro de Gasteiz. Cabe recordar que, a comienzos de verano, el Gabinete de Javier Maroto propuso permitir el paso de bicicletas de ocho de la noche a diez de la mañana, y de dos a cuatro de la tarde; es decir, mientras los comercios de las calles Dato, San Prudencio y Postas permanecen cerrados.

Quienes cumplan los requisitos anteriormente citados deben tener en cuenta que, «en todo caso, la autorización para circular por espacios peatonales estará condicionada a que la densidad peatonal permita al ciclista respetar la prioridad del peatón y a que sea posible la circulación en bicicleta sin hacer quiebros ni maniobras bruscas». Asimismo, los menores, las personas con movilidad reducida y los acompañantes de estas tendrán que «extremar las precauciones» al transitar por las aceras y por las zonas peatonales, respetando la prioridad de los viandantes y evitando circular en zigzag para rebasarles. A este respecto, la ordenanza dicta que el ciclista deberá mantener una distancia de al menos un metro con los peatones en las operaciones de adelantamiento o cruce. «Cuando esto no sea posible, deberá apearse de la bicicleta», añade la norma, que sostiene que los ciclistas que circulen por una acera en la que haya edificios deberán mantener una distancia de, al menos, un metro y medio con la fachada de estos.

Límites y sanciones

Las personas que deseen circular en bicicleta por las calles de Gasteiz podrán utilizar la red de bidegorris, los carriles del tranvía -pese a que la ordenanza prohíbe el transito de bicicletas y ciclos por los carriles reservados al transporte público- o la calzada, donde proliferan las denominadas «zonas 30». Ya están delimitadas hasta 40 zonas destinadas a facilitar la convivencia de automóviles y bicicletas, aunque no exentas de peligros, ya que, en algunas calles, los automovilistas no respetan el carril bici, como ocurre en las inmediaciones de la plaza Santa Bárbara.

Quienes se salten las directrices de la ordenanza, ante la que todavía se pueden presentar reclamaciones y sugerencias, podrán ser sancionados por la Policía Municipal, que castigará con multas de hasta 45 euros a los infractores. Entre las acciones que conllevan una sanción administrativa también figuran circular más de una persona en un ciclo no acondicionado para ello, transportar a un menor de 7 años en un asiento no homologado, utilizar la bicicleta sin hacer uso del alumbrado o no hacer uso de elementos reflectantes.