Derrota en el Bernabéu
Poca manta para un bisturí tan afilado
Aunque le faltó profundidad, el Athletic se sintió cómodo hasta que el Real Madrid abrió el marcador a la media hora. Los rojiblancos solo volvieron a dar señales de vida con el encuentro decidido.
REAL MADRID 3
ATHLETIC 1
Amaia U. LASAGABASTER
Novena derrota consecutiva en el Santiago Bernabéu para un Athletic que viajó con una manta demasiado escasa, confiado quizá al caluroso verano madrileño. Se le destaparon los brazos en la primera media hora, en la que se sintió cómodo sobre el césped, pero le faltó profundidad. Después, los merengues tiraron de su afilado bisturí para deshilacharla y dejar helados a los rojiblancos que no pudieron volver a entrar en calor hasta la recta final del encuentro, con el marcador ya decidido.
Otra derrota, en definitiva, en el estadio madrileño. Algo menos contundente que las últimas, pero igualmente dolorosa. En este caso porque el Athletic ofreció cierta sensación de indolencia que su anfitrión aprovechó para embolsarse los tres puntos sin la necesidad de desmelenarse, acabando de paso con la incertidumbre que había generado su juego en las dos primeras jornadas, pese a haberlas saldado con victoria.
Herrera en el banquillo
Como suele ser habitual en estos clásicos, y más en la actual situación, ni siquiera hizo falta que el balón echase a rodar para que las noticias fueran reclamando su espacio. En el caso del Athletic el protagonista era evidente desde la víspera, más allá de la decisión final de Ernesto Valverde. Que fue dejar en el banquillo, por primera vez esta temporada, a Ander Herrera. Todo invita a pensar que el técnico no quiere perder tiempo buscando alternativas al centrocampista, cuyo traspaso al Manchester United debería -si es que los británicos se deciden a abonar íntegramente su cláusula- producirse hoy, último día del plazo de fichajes. Aunque también podría deberse al deseo del entrenador rojiblanco de conformar un centro del campo más ofensivo, visto el poderío del rival. Es posible, aunque la entrada de Erik Morán y Óscar de Marcos en el descanso parece enfriar la segunda opción.
En cualquier caso, la suplencia de Herrera conllevó el debut con el Athletic de Mikel Rico, que acompañó en el pivote a Ander Iturraspe. Adelantó su posición habitual Beñat, ejerciendo de Herrera, cosa que apenas consiguió en el primer tramo del encuentro, cuando el equipo estuvo más cómodo sobre el césped y todo parecía posible todavía.
Porque el Athletic saltó al Bernabéu concentrado, mandón y con deseos de protagonismo, intentando seguir el guión que su entrenador había apuntado la víspera. Le salió a la perfección en defensa, con Iago Herrerín totalmente protegido y sin apenas trabajo. Tampoco estuvo nada mal en el centro del campo, con los bilbainos trabajando a destajo para robar balones y, sobre todo, evitar perderlos. Y cojeó de ahí en adelante porque si algo le faltó al equipo fue presencia en el área local. Quizá porque Beñat no tiene el descaro ofensivo de Herrera, aunque sería muy injusto achacarle toda la responsabilidad. Sobre todo teniendo en cuenta que las bandas estuvieron prácticamente desaparecidas, pese a que Iker Muniain sigue trabajando rumbo a su mejor versión. A Aduriz no le quedaba otro remedio que salir del área si quería ver el balón de cerca. Aún así, el propio ariete guipuzcoano y Mikel Rico protagonizaron las primeras acciones de peligro de un partido al que el Real Madrid no acababa de encontrarle la puerta de entrada.
Lamentablemente, fue cuestión de tiempo. Algo menos de media hora. Avisaron Cristiano Ronaldo, con un disparo raso que Herrerín envió a córner junto a la base del poste, y Sergio Ramos con un cabezazo peligrosísimo en el saque de esquina posterior. Y a la tercera, no necesita más un equipo con semejante contundencia, llegó la vencida de la mano de Isco, que culminó la primera acción elaborada del conjunto local -y el primer error de la zaga bilbaina, que esta vez no tiró bien el fuera de juego-, desmarcándose para rematar una asistencia de Benzema. El bisturí empezaba a deshilachar la manta.
Todo podía haber cambiado apenas un minuto después porque el Athletic forzó una falta en la frontal, que lanzó Beñat y que dio en la mano de Khedira. Aunque los rojiblancos reclamaron penalti, el árbitro acertó con la amarilla al centrocampista porque la acción se produjo fuera del área -no anduvo tan fino con Sergio Ramos, que tiró de su repertorio habitual, incluyendo un manotazo a Susaeta en las mismísimas narices del linier, pese a lo que acabó el partido inmaculado; o con Marcelo, que también se fue de rositas tras un pisotón a Aduriz-. Repitió lanzamiento Beñat, su chutazo se marchó fuera y el Athletic prácticamente no volvió a asomarse a la portería de Diego López hasta la recta final.
Sí hubo movimiento en la opuesta. En la última acción previa al descanso, Cristiano Ronaldo volvió burlar a la zaga para cabecear sin oposición una falta colgada al área. La matinal, con Modric manejando magistralmente a su equipo y al partido en general, estaba acabada por mucho que Ernesto Valverde intentará revolucionarla con la entrada de De Marcos y Morán -y posteriormente Ibai- en la segunda parte. Efectivamente, su presencia aportó más chispa, tampoco era difícil, al ataque rojiblanco pero antes de que consiguieran transformarlo en goles, una acción de Modric, Benzema e Isco sentenció el choque a veinte minutos del final. El gol de Ibai siete después, rematando tras la asistencia de De Marcos desde la línea, se limitaba a maquillar el marcador.
Ernesto Valverde compareció en la sala de prensa del Santiago Bernabéu lógicamente contrariado. Y no tanto por el resultado, entendible aunque corte el buen inicio liguero del Athletic, sino como por la actuación general de sus jugadores.
«Me marcho con una mala sensación -confesó el entrenador alavés-. No por la derrota, porque es normal que en el Bernabéu el Real Madrid tenga más opciones, pero no hemos estado bien. Hemos estado muy blandos y con muy pocas opciones de llegar a la portería contraria». Aunque el equipo pareció sentirse cómodo en la recta inicial del choque, Valverde se mostró especialmente crítico con lo sucedido hasta el descanso, al considerar que había sido «una puesta en escena bastante tibia. El Real Madrid ha salido jugando no con demasiada intensidad, hemos tenido opciones de intentar llegar a la portería rival, pero tuvimos poca verticalidad». «Había opciones de hacer más cosas de las que hemos hecho -añadió-. Estoy un poco decepcionado, especialmente con el primer tiempo. Se puede perder pero hay que ir para adelante, nos han hecho dos goles sin apretarnos. Es lo que más me duele».
También tuvo que referirse Valverde a la suplencia de Ander Herrera, que desvinculó de su posible marcha al Manchester United, que no parece tener nada clara. «No sé lo que va a ocurrir pero mi impresión es que no va a pasar nada y va a seguir con nosotros. Sería más complicado explicar por qué se va que las razones por las que se queda. Lo raro es que un club pague 36 millones de euros por un jugador. Eso no suele pasar todos los días y en Bilbo no estamos acostumbrados», explicó el Txingurri, que aseguró que la suplencia de Herrera «no tiene nada que ver» con esa situación. «Ha sido porque tenía pensado jugar con otros jugadores. Si hubiese tenido que ver con la oferta no le habría vestido porque teníamos más jugadores disponibles».
Aseguró, de hecho, que su primera intención había sido la de alinear a Erik Morán con Iturraspe y Beñat, pero acabó optando por el debut de Mikel «por la envergadura del partido, el escenario y su experiencia. Después he hecho cambios en el descanso porque no estaba satisfecho con cómo estaban las cosas en el centro del campo», admitió. En cualquier caso, no cree que la ausencia de Herrera influyera en la imagen del equipo. «El partido que hemos hecho no tiene nada que ver con lo de Ander», zanjó.
Carlo Ancelotti, por su parte, se felicitó porque pese a no haber «empezado con mucha intensidad, el equipo después ha jugado con más ritmo. Hemos recuperado muchos balones en campo contrario y hemos presionado bien. Estamos mejorando».
GARA
Mikel Rico disputó su primer encuentro como jugador del Athletic. Ernesto Valverde le alineó en el once titular, en detrimento de Ander Herrera, que no jugó un solo minuto. Beñat adelantó su posición habitual, con Rico e Iturraspe por detrás.
También fue una jornada de estreno para Unai Albizua, que no llegó a vestirse de corto pero, pocos días después de conseguir dorsal del primer equipo, sí estuvo en la convocatoria definitiva. El último descartado fue Gaizka Toquero, lo que, con Kike Sola en casa, dejó el banquillo sin relevo natural para Aritz Aduriz.
El debut oficial de Asier Illarramendi con el Real Madrid vuelve a posponerse. El mutrikuarra había entrado en la lista de 20 jugadores confeccionada la víspera por Carlo Ancelotti, pero acabó siendo uno de los descartes del técnico italiano.