CRíTICA Quincena Musical
Resurrección a los doscientos años
Mikel CHAMIZO
Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Galicia parecieron mucho más concentrados que el día anterior en su segunda actuación en la Quincena Musical, que fue también clausura del festival y celebración de la simbólica fecha del 31 de agosto. En programa, una de las obras que mejor podía rendir homenaje a los donostiarras que vivieron la destrucción de su ciudad y la hicieron resurgir hace 200 años, la «Sinfonía nº2, Resurrección» de Mahler. «¡Resucitarás, sí, resucitarás, polvo mío, tras breve descanso!», canta el coro en su último movimiento. «¡Para volver a florecer has sido sembrado! El dueño de la cosecha va y recoge las gavillas, ¡a nosotros, que morimos!».
Fue inevitable sentir el corazón encogido al escuchar esos versos en boca de los 124 orfeonistas que subieron al escenario, como si a través de ellos y de la hermosísima música de Mahler hablase la ciudadanía de 1813. No podía la Quincena haber escogido una mejor aportación a los actos conmemorativos, a pesar de que la interpretación no fuera la mejor entre las que se recuerdan de esta obra fetiche para los donostiarras. Víctor Pablo Pérez abordó con gran energía y redondeó formalmente el gigantesco primer movimiento de la sinfonía, «Totenfeier» (Ritos fúnebres), pero en algún momento entre el segundo y tercer movimientos la magia comenzó a desvanecerse.
Se recuperó parte de la profundidad con el «Urlicht» que desgranó Michelle DeYoung, poco antes de la entrada del coro a 15 minutos del final de la sinfonía. Y el Orfeón Donostiarra no falló su papel, dotando a su canto de la intensidad emotiva que la ocasión requería.
74. Quincena Musical.
Intérpretes: Arantza Ezenarro, soprano. Michelle DeYoung, mezzosoprano. Orquesta Sinfónica de Galicia. Orfeón Donostiarra.
Director: Víctor Pablo Pérez.
Programa: «Aita gurea» de Madina. «Sinfonía nº2, Resurrección» de Mahler.
Lugar y fecha: Donostia, Auditorio Kursaal. 31/8/2013.