Carlos GIL | Analista cultural
Instantáneas
En el Museo Nacional de la República en Brasilia, ese globo truncado de Niemeyer, se expone una colección de fotografías con un alto valor memorístico. Dedicado a los muertos y desaparecidos de las dictaduras en Argentina y Brasil, Gustavo Germano coloca fotografías en blanco y negro de grupos de personas, amigos, familiares tomadas en las décadas ominosas del terror militar en el cono sur, los sesenta, setenta y ochenta, y junto a ellas otras tomadas, en ocasiones, en el mismo escenario y con la misma distribución espacial de los protagonistas, pero con la falta del fallecido o desaparecido.
Se llama la impresionante exposición «Ausencias». Opera sobre nuestra mirada la confrontación instrumental del blanco y negro contra el color y la alta capacidad de concienciación de esos huecos, la falta de unos rostros, unos cuerpos, que vemos treinta años antes, felices, acompañados o solos. Además es un acto artístico de entidad convertido en un grito de denuncia sin palabras por la verdad y la justicia desde la memoria.