Iñaki LEKUONA | Periodista
Se abre el telón
Desde hace tiempo, el año no empieza el primero de enero, sino en septiembre, cuando agosto cierra por vacaciones hasta el siguiente verano. Y volverá a abrirse el telón del teatro de la política, ese que no cierra nunca, siempre con nuevos guiones, improvisados todos sobre la misma historia, centrada siempre en la lucha obscena por el control del poder. Y volverá el hablar por hablar, el decidir por decidir sin que importen las consecuencias, siempre en torno al mismo objetivo, la guerra interesada por conservar los mandos que mantienen el rumbo de la maquinaria económica. Y volverán a disfrazarse de demócratas los demagogos de toda la vida, interpretando como giñoles los mismos chistes que ennegrecen los periódicos y que distorsionan los diales, alejándose como siempre de la realidad.
Desde hace tiempo, la sociedad, a la que se otorga el rol de ayudante de casting, se acomoda en el papel de simple espectadora, alternandolo con pequeñas actuaciones en las que demuestra sin rubor su potencial melodramático apareciendo sobre el escenario clamando escándalo, o peor, interpretando monólogos que pasan la raya del conservadurismo y ocupan el terreno de sentimientos reaccionarios.
Sólo en ocasiones la sociedad reclama su verdadero papel y se asoma a la calle para reclamar otra historia, otro guión, otros actores. Es entonces, en ese instante en el que los espectadores se convierten en protagonistas, cuando este gran teatro se enciende e ilumina un mundo desigual, descompensado e insolidario. Y este nuevo año político que comienza, parece que no será un acto más, sino uno de esas ocasiones que van a recordarse en nuestra pequeña Historia. Se abre el telón.