Los trabajadores de Transportes Nanuk ofrecieron ayer una rueda de prensa frente a la central de Eroski en Elorrio, dado que trabajan «al completo» para la cooperativa, para denunciar «la imposición y el despido de un compañero». Hubo unos momentos de tensión, porque no les quisieron dejar que dieran la rueda de prensa en el acceso a la empresa.

Los huelguistas emplazaron a la empresa para que «ponga fin a la situación de inseguridad y desigualdad que atravesamos» y exigieron «la readmisión inmediata de nuestro compañero despedido».

Los trabajadores responsabilizaron a la dirección de Nanuk del inicio de la huelga indefinida por «la reiterada vulneración de los derechos laborales» y anunciaron que «estamos dispuestos a luchar para cambiar el sistema de gestión, que se basa en la imposición». Reiteraron la necesidad de alcanzar un acuerdo con la dirección, pero que se base «en el respeto».

La dirección de Transportes Nanuk ha aplicado de manera unilateral una reducción salarial, que un juzgado echó atrás, y «en julio nos amenazaron con posibles despidos. El pasado 30 de agosto se produjo uno». En el encuentro con los medios de comunicación aseguraron que «no hay razones para la reducción salarial, el impago de dos pagas extraordinarias y el despido». La dirección aduce la crisis, «que no dudamos, pero con el dinero que nos han quitado han comprado 12 camiones nuevos. El problema no es económico y nos han utilizado para hacer inversiones».

Para los trabajadores, según comunicaron a través de LAB, la solución llegará sobre un acuerdo «sobre salarios, pagas extras, convenio que se blinde frente a la reforma laboral».

Denunciaron, por último, que Eroski, en vez de intermediar, se ha preocupado de sustituir las rutas de los huelguistas con otros. «Emplazamos a Eroski para que respete el derecho a la huelga y dé prioridad a la solución del conflicto», señalaron.

100 días de huelga

Por su parte, la plantilla de Amaia Car y talleres Gaztelu, taller de reparación y venta de Peugeot de Areeta, cumple ya 100 días de huelga. Los trabajadores reivindican un convenio propio con blindaje contra la reforma laboral y la retirada de la reducción salarial que les aplicó la empresa.