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Evo Morales: «No somos vengativos; el caso de Snowden está cerrado»

Dos meses después de que el avión de Evo Morales fuese ilegalmente retenido dentro de la crisis abierta por el «caso Snowden», el presidente boliviano regresó al Estado español. Tras reunirse con Rajoy, dio por zanjado el conflicto y rechazó una intervención de EEUU en Siria.

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Alberto PRADILLA | MADRID

«El tema está cerrado. No somos vengativos, por lo que no guardo ni rencor ni resentimiento». El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, dio ayer por zanjado el «caso Snowden», dos meses después de que su avión permaneciese ilegalmente retenido durante doce horas en Viena ante la sospecha, lanzada por EEUU, de que el extécnico de seguridad norteamericano se hallase en la aeronave. La de ayer era la primera visita de Morales al Estado español después de aquella crisis diplomática, que concluyó con las disculpas del ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Y el presidente boliviano llegó con un mensaje conciliador, aunque advirtiendo de los intentos de «fuerzas externas» de provocar ficciones entre Bolivia y otros estados europeos. Así lo expresó durante una rueda de prensa celebrada, tras encontrarse con el jefe de Estado español, Juan Carlos de Borbón, y el jefe de Gobierno, Mariano Rajoy.

Al contrario de lo que suele ocurrir cuando otros mandatarios internacionales visitan Moncloa, ayer no se produjo la habitual rueda de prensa conjunta entre presidentes. Fuentes del Gobierno español citadas por «eldiario.es», aseguraban que la comparecencia no se llevó a cabo debido al carácter «de cortesía» de la visita. No obstante, esto fue refutado por el propio Rajoy, que en su cuenta de Twitter remarcó los temas abordados durante el encuentro con el líder boliviano, como las relaciones comerciales o la «situación de las empresas españolas» en el país andino. De este modo, cabe suponer que Rajoy quiso evitar un encuentro con la prensa que le habría obligado a responder a las preguntas sobre las nuevas revelaciones acerca del «caso Bárcenas» y la corrupción.

«Seguridad jurídica»

Al margen del «asunto Snowden», que Morales dio por resuelto en reiteradas ocasiones, el presidente boliviano hizo referencia al posible ataque de EEUU en Siria. Reiteró su rechazo a una intervención y recordó a Washington que «no son dueños del mundo», insistiendo en que «detrás del discurso humanitario están los intereses geopolíticos». «Como Gobierno, como pueblo, como Unasur, no estamos de acuerdo con ninguna intervención», argumentó, tras realizar un paralelismo entre las supuestas armas químicas con las que EEUU quiere justificar su ataque y acusaciones de poseer armas de destrucción masiva realizadas contra Irak en el inicio de la agresión de 2003. En este sentido, vinculó ambos conflictos, así como la intervención en Libia en 2011, la puesta en marcha de «otro reparto colonial» a partir de los años 90.

Sobre las relaciones bilaterales entre Bolivia y el Estado español, Morales lanzó mensajes cordiales. También cuando fue preguntado por las empresas españolas. Eso sí, dejando claro que la «seguridad jurídica» que se reclama desde Madrid tiene que venir acompañada de «seguridad para la vida y para la patria». «Es importante que la seguridad jurídica esté garantizada, pero no solo para la empresa y para la plata», remarcó el presidente, insistiendo que mantendrá su «posición firme de rechazo al saqueo de nuestros recursos naturales»

unasur

Morales puso énfasis en el valor de instituciones como Unasur y Mercosur en las relaciones de América Latina. «No necesitamos patrones del norte. Hemos empezado a liberarnos», afirmó el presidente boliviano.

reelección

El jefe de Gobierno indicó que la nueva Constitución, aprobada en 2009, le permite presentarse a la reelección. Señaló que, por el momento, está recabando las opiniones de los movimientos sociales, que le piden que encabece la lista.

borbón

Además de Rajoy, Morales se entrevistó con el jefe de Estado español, Juan Carlos de Borbón, quien visiblemente desmejorado, apenas señaló que ha pasado el verano «trabajando mucho» para recuperarse.

«En las cárceles no hay ni ley ni Dios y el Estado ha perdido presencia», asegura el presidente

El presidente boliviano responsabilizó a la Justicia del país de los problemas en las cárceles, donde se vive «sin ley ni Dios» y hay una ausencia del Estado.

«Siento que el problema central está en la Justicia boliviana. Si el 84% está con detención preventiva, ¿dónde está entonces la Justicia boliviana? Las cárceles van a seguir reventando si no se resuelve el tema de la Justicia», remarcó el lunes al inaugurar un encuentro para reestructurar el régimen penitenciario en la ciudad de Santa Cruz, donde hace diez días 33 presos murieron durante una pelea. Criticó que no es posible que el 84% de los presos no tengan sentencia y que en algunos casos permanezcan privados de libertad muchos más años de los que recibirían en una sentencia firme. Reconoció también que el Estado ha perdido presencia en las cárceles, donde «mandan los que tienen plata y armas, bien organizados».

El ministro del Interior, Carlos Romero, ratificó este diagnóstico y aseguró que es momento de asumir cambios estructurales y medidas radicales. GARA

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