Nuevos documentos detallan una gran conspiración de EEUU para espiar en internet
Los estándares de seguridad en internet han quedado en evidencia tras conocerse que los servicios de Inteligencia de EEUU los corrompieron para hacerlos vulnerables a su tecnología con el fin de facilitar el espionaje.
GARA | WASHINGTON
La información extraída de los más de 50.000 documentos filtrados por Edward Snowden, el extécnico de la CIA que trabajó para Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y que actualmente está asilado en Rusia, revela, según publicó el jueves en su edición digital « The New York Times», que los servicios de Inteligencia de EEUU habrían utilizado todos los métodos a su alcance, desde la persuasión a la colaboración forzada hasta el robo de claves de encriptación y alteración de software y hardware, para tener acceso a las comunicaciones privadas en la web dentro y fuera del país.
Codificaciones de protección comunes en correos electrónicos y compras en internet serían objetivo de la NSA, lo mismo que las comunicaciones a través de servicios de Microsoft, Facebook, Yahoo y Google.
La teoría de que la NSA manipuló, para su beneficio, una norma relacionada con encriptación adoptada la Organización Internacional de Normalización ya circulaba entre los especialistas en criptografía, algo que parece confirmar «The New York Times».
El diario indicó que NSA invierte más de 250 millones de dólares al año en un programa llamado Sigint Enabling Project destinado a influir en los diseños de los productos comerciales para hacerlos «explotables». Este sistema estaría presente ya en los microchips que codifican la información de compañías y gobiernos, bien sea gracias a la colaboración con los fabricantes de procesadores o por su piratería por parte de agentes de la NSA.
Entre las víctimas previstas de cara a 2013 estaría un gran operador de telefonía y mensajes por internet, un proveedor de internet de Oriente Medio y tres gobiernos extranjeros.
Las artimañas de NSA llegarían al extremo de hacer que una empresa estadounidense de ordenadores instalara en sus aparatos una vía de acceso oculta para que sus espías pudieran entrar cómodamente sin ser detectados en las nuevas computadoras que iba a vender a un Gobierno de otro país o incluyera puntos débiles en los productos que velan por la seguridad en internet a través de iniciativas como Commercial Solutions Center que con la excusa de mejorar la ciberseguridad de EEUU invita a los desarrolladores de tecnología de encriptación a que les presenten su software.
Esa capacidad para piratear en internet y espiar a los usuarios sería compartida con la inteligencia británica, canadiense, australiana y neozelandesa a través de un programa secreto llamado Bullrun.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, declaró ayer que pretende acudir a la ONU para proponer «nuevas medidas contra la invasión de la privacidad» estatal, después de las denuncias de que su Gobierno fue espiado por los servicios de Inteligencia de EEUU. Sus declaraciones tuvieron lugar poco después de la reunión que mantuvo con su homólogo estadounidense, Barack Obama, durante la celebración de la cumbre del G 20 en San Petersburgo. Obama prometió a Rousseff, y también a Enrique Peña Nieto, presidente de México, investigar sus denuncias. «Les he asegurado que me tomo esas alegaciones de forma muy seria y vamos a trabajar para saber» cómo ha ocurrido, aseguró el mandatario, quien señaló que «el trabajo de nuestra Inteligencia es encontrar la información que no está al alcance del público y lo que hacemos es similar a lo que hacen otros países». Obama afirmó que el espionaje de EEUU nunca va más allá de «los intereses de los países soberanos». El pasado jueves, Rousseff ordenó cancelar el viaje de la comitiva encargada de preparar su visita a EEUU en octubre. GARA