Los 13o trabajadores de ABC Compressors (Arizaga, Bastarrica y Cía SA) -aunque una treintena pertenecen oficialmente a dos pequeñas filiales- están pendientes de un juicio que les pueda garantizar o no las condiciones laborales. Están alerta desde que en 2009 les «amenazaron» con la deslocalización diciéndoles que se iban a llevar la producción a China, donde tienen una planta. En 2010 protagonizaron una huelga de 34 días en defensa de un convenio digno, que luego se tradujo en un pacto de empresa firmado solo por CCOO (tiene 3 delegados por 2 de LAB) «en el que se nos eliminaron derechos y se incrementó la jornada en 36 horas», lamenta Jon Garate, quien afirma que la dirección «siempre mantiene la amenaza de cierre» de la factoría de Eibar.

¿En qué situación laboral se encuentran en este momento?

En la incertidumbre, a la espera de que se celebre un juicio en el que se dé por buena la propuesta unilateral de la dirección o se nos reconozcan los derechos adquiridos durante años.

¿Cómo han llegado a este litigio judicial?

El pasado 9 de julio, dos días después de que decayeran los convenios, la empresa nos presentó un documento-trampa en el que nos decía que «voluntariamente» nos mantenían las condiciones laborales hasta el próximo 31 de diciembre, siempre y cuando no actuáramos en contra de los intereses de la empresa. Se supone que querían decir que no les denunciáramos o no nos movilizáramos en protesta.

¿Cómo reaccionaron?

Llevando directamente la propuesta al juzgado porque, y de ahí lo de la trampa, este planteamiento, que ha sido presentado también en otras empresas de Gipuzkoa y que tiene detrás la mano de Adegi, hay que recurrirlo al Preco en un plazo de 20 días, porque que si se pasan, ya que tú estás pensando en que te han alargado las condiciones hasta el 31 de diciembre, luego no puedes reclamar nada.

Y la negociación con la dirección ¿en qué punto se encuentra?

Llevábamos sin convenio desde diciembre de 2012, fecha en la que finalizó el anterior pacto de empresa, pero tras el anuncio de julio nos hicieron una contrapropuesta paralela que consiste en ofrecernos un pacto para seis años, con congelación salarial durante ese tiempo, aumento de la jornada en 69 horas, desaparición de algunas categorías y de los pluses de relevo y transporte, así como la EPSV que habíamos conseguido en un pacto anterior. En total, viene a suponer una pérdida del 30% del salario.

Desde julio todo ha cambiado para ustedes.

Los trabajadores nos hemos sentido totalmente agredidos con esta propuesta, que es una aplicación total de la reforma laboral. Por cierto, que a la empresa, la reforma laboral le ha venido como anillo al dedo para sus intereses. Afortunadamente, tanto CCOO, que son mayoría en el comité y con los que en otras ocasiones hemos tenido muchas diferencias, como nosotros estamos respondiendo juntos tras hacer una lectura similar de la situación.

¿Son optimistas respecto al juicio?

No sabría qué decirte, pero se supone que tras el juicio llegará una sentencia que tendrá que decir si los derechos que nos quiere quitar la dirección son derechos adquiridos o si se los pueden cargar en base a la reforma laboral y tenemos que empezar las negociaciones desde más abajo.

Pero ustedes mantienen que la empresa es rentable.

No es que lo digamos nosotros es que lo reconocen ellos. Fíjate si será rentable que fueron ellos los que nos dijeron que tenían beneficios, aunque no concretaron cuántos, por lo que sospechamos que son grandes. Además, vemos que la carga de trabajo es fuerte y de hecho tenemos una veintena de trabajadores contratados por medio de ETT que nos sirven de refuerzo para poder cumplir puntualmente con los pedidos.