En una entrevista a la agencia Europa Press, el consejero Aburto analiza la situación creada tras la pérdida de vigencia de una gran parte de los convenios vascos y manifiesta su preocupación por la «incertidumbre» creada después de que la anterior «apuesta» del Gobierno de Lakua de propiciar un acuerdo entre sindicatos y patronal «no tuviera buen fin».

Aburto dice confiar en el mensaje de las patronales de que «no se van a hacer barbaridades» y se mantendrán las condiciones laborales, aunque cree que es «absolutamente necesario» volver «a un proceso de diálogo y de encuentro» entre sindicatos y patronal.

El consejero manifiesta que, aunque el Gobierno «no es parte» del proceso, puede «propiciar, puede mediar. Y de hecho lo vamos a seguir haciendo porque creemos que es importante que se produzca ese acuerdo y nos vamos a empeñar en que eso sea así», apunta.

A su juicio, la incertidumbre que se está instalando en las relaciones laborales «no es buena, sobre todo para la propia actividad económica».

Tras aludir al incremento de las reclamaciones en el CRL, señala que los trabajadores están «muy disconformes» con su situación y «lo que se va a producir seguramente es una conflictividad, cuando menos, de carácter judicial que en nada va a ser beneficiosa para la actividad económica».

El consejero indica en la entrevista que están valorando la posibilidad de convocar la mesa de diálogo social, aunque reconoce que «dos no hablan si uno no quiere y necesitamos plantearnos si tiene algún sentido una mesa de dialogo social en la que la representación mayoritaria, claramente mayoritaria con más de un 60% de la representación de los trabajadores, esté ausente de esa mesa».

Sobre la evolución de la coyuntura económica, asegura tener la sensación de que se ha «tocado suelo», aunque la recuperación «va a ser costosa» y el impacto que va a tener en el empleo «todavía va a ser de muy poco calado». Aburto apunta que, si en setiembre y octubre el desempleo desciende, no habrá dudas de que responde a que «la actividad económica empieza a mejorar».

Ante la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno español, indica que si su Ejecutivo tuviera la competencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, tratarían de responder a «la pregunta de cómo mantener las pensiones y no cómo reducirlas».

Ante la disminución de 41 a cinco en la modalidad de contratos, el consejero asegura que sería positiva una reducción porque el actual número «parece excesivo», aunque no cree que pueda tener «un efecto directo» en el empleo.