Serena Williams lograba el pase a la final del US Open en la madrugada de ayer, tras arrollar a la china Li Na en dos sets (6-0 y 6-3). La menor de las hermanas Williams, que cumplirá 32 años el 26 de setiembre y podría convertirse en la ganadora más veterana del torneo neoyorquino, ha completado el recorrido más perfecto de las 21 ocasiones en que ha llegado a la final de un torneo del Grand Slam, sin ceder ni un solo set en seis partidos jugados, y perdiendo solo 16 juegos. Ante Li Na solo le costó 29 minutos ganar el primer set y encarrilar su victoria.

Williams tendrá esta noche la oportunidad de igualar el récord de Roger Federer, cinco veces ganador del US Open y con 17 títulos del Grand Slam. Serena ha ganado cuatro veces en Flushing Meadows (1999, 2002, 2008 y 2012), y hoy podría revalidar por primera vez su título, tras vencer el año pasado a la propia Azarenka en un partido muy reñido, en el que la bielorrusa acarició la victoria (5-3 y saque en el tercer set), pero acabó perdiendo el partido. También sería el 17º Grand Slam para Serena, que se colocaría a solo uno de igualar a Navratilova, y podría soñar con superar la mítica marca de 22 de Steffi Graf.

Pero Victoria Azarenka tratará de impedirlo por todos los medios, y de paso tomarse la revancha de la final de la pasada edición. La bielorrusa de 24 años declaraba tras ganar la semifinal que «soy mejor jugadora que hace un año, más completa, y he mejorado física y mentalmente». Aunque la bielorrusa ha perdido 13 de los 16 partidos que ha disputado ante Williams, esta temporada ha ganado dos de las tres veces en que se han enfrentado (en Doha en febrero y en Cincinnati en agosto), y se mantiene invicta en pista de cemento en lo que va de año.

Desde 2003 no se enfrentan en una final en el US Open las dos tenistas que ocupan la primera y la segunda posición del ranking mundial, y el hecho de que Serena Williams y Azarenka hayan ganado cinco de los siete últimos torneos del Grand Slam disputados desde enero de 2012 (la bielorrusa los dos últimos Open de Australia, y la estadounidense en Wimbledon y US Open en 2012, y en Roland Garros 2013), refuerza la certeza de que en la final de hoy se enfrentarán las dos mejores tenistas del mundo actualmente.

Además de la gloria deportiva, la revancha o los récords -para Williams sería el noveno título del año, su mejor marca, y la primera vez que una nº 1 gana el US Open desde 2007-, la ganadora se embolsará un premio en metálico de 3'6 millones de dólares (2'7 millones de euros).