Definitivamente, las ausencias y la escasez de calidad están llevando por la calle de la amargura este arranque del Eurobasket. Aunque no falten los partidos emocionantes, si estos se producen a 60 puntos son menos atractivos que si llegan a 80, ni que decir si llegan a 100.

Pero en la selección rusa no están ni para disputar los partidos. Suecia no ganaba un partido de Eurobasket desde hacía 20 años -precisamente frente a Rusia- y ayer se gustó ante una rodina que echa de menos a sus estrellas ausentes: Kirilenko, Khryapa, Mozgov, Kaun, Bykov... Con tantas bajas y el cambio de seleccionador de última hora -el cambio en la Federación Rusa de Baloncesto provocó la destitución de Fotis Katsikaris, por la peregrina razón de que el ex de Bilbao Basket es griego y no ruso-, el campeón del Eurobasket de 2007 y vigente medalla de bronce -tanto continental como olímpica-, se halla al borde de la eliminación.

RUSIA-SUECIA (62-81). Este duelo siguió vivo mientras a Suecia le duraba el susto de verse ganador. Hasta que Jonas Jerebko -22 puntos y 13 rebotes- se sacudió el alucine colectivo y empezó a anotar y a buscar a Jeffery Taylor -25 tantos y 6 rechaces-. Los rusos «regalaban» un 3 de 17 en triples mientras que los suecos, sobre todo Taylor, regalaban para la vista mates más que vistosos que acabaron por hundir la moral de la rodina, que pasó de ir a remolque a perder con todas las de la ley con un parcial final de 17-29.

ESPAÑA-REPÚBLICA CHECA (60-39). Si ayer hubo algún partido que se puede catalogar como horripilante, este se lleva la palma. Juan Antonio Orenga resaltaba la «solidez defensiva» de los suyos, sobre todo gracias a la hipervitaminada actuación de Rudy Fernández, bien acompañado por Ricky Rubio hasta que el base de El Masnou se llevó un susto por un mal gesto de su rodilla. Sin embargo, el ataque hispano era incapaz de crear nada en estático, básicamente porque Marc Gasol tuvo un día horroroso -apenas anotó dos puntos- y porque nadie eran capaz de crear nada en ataque.

Sin embargo, la República Checa no estaba en condiciones de defenderse ante nadie. Pese a la buena distribución del balón de los Pumprla o Barton, y la brega de Vesely, los centroeuropeos no eran capaces de meterla en una piscina, hasta el punto de quedarse con unos irrisorios dos puntos en el último cuarto. Los hispanos, a base de correr, y con buenos minutos de jugadores como Claver, rompieron el duelo con el 13-2 final.

ITALIA-FINLANDIA (62-44). Con 10 puntos, Luigi Datome fue el único jugador de este duelo capaz de llegar a los dobles dígitos. Italia aguantó el chaparrón finés en el arranque del partido. Los de Simone Pianigiani se centraron en ahogar a los dos mayores anotadores de Finlandia: Kopponen y Ranniko, que firmaron una carta de tiro conjunta de 5 de 19 -1 de 9 en triples-. A esa asfixia sometida a las estrellas nórdicas se le unió un horroroso 5 de 11 en tiros libres, mientras Italia maquillaba su mal día en el tiro -Belinelli se marcó un 2 de 13 y Aradori un 3 de 11- con su dominio en el rebote -47 a 36- y sumando gracias a los segundos esfuerzos. Junto con Grecia, la selección transalpina no solo se destaca en la primera plaza del grupo D, sino que se presenta como un auténtico hueso de cara a futuros envites.

CROACIA-POLONIA (74-70). Macej Lampe, con una valoración inicial de -9, era el paradigma de la impotencia polaca, que se veía con un ilevantable 24-2 en contra. Ilevantable, si enfrente hubiera estado una selección menos irregular que la croata, que tiene brotes verdes como Darijo Saric y cabezas no del todo amuebladas como Roko Leni Ukic, aunque este último terminó por arreglar el partido con un par de suspensiones de media distancia, marca de la casa. Por parte polaca, destacaron Szubarga y Michal Ignerski, combinando 36 puntos entre ambos -y 14 más de Gortat-. Polonia llegó a ponerse 68-67, pero no fue capaz de remontar.

TURQUÍA-GRECIA (61-84). Grecia, sin Spanoulis, se bastó para machacar a una Turquía que tiene la moral totalmente perdida. Los de Tanjevic aguantaron hasta el descanso, pero los helenos, con 21 puntos del tocado Bourousis y los 14 del «mini Gallis» Sloukas, rompieron el partido en el tercer cuarto, con un parcial de 14-23. El último período fue solo de trámite para unos otomanos que suman tres derrotas en tres partidos.

GEORGIA-ESLOVENIA (68-72). Georgia juega muy bien, con Hickman y Sanikidze -36 puntos y 20 rebotes entre ambos- manejando el cotarro. pero Eslovenia, con su poco de bula arbitral, siempre reacciona. Esta vez endosaron un 1-16 en el segundo cuarto para voltear el marcador. Como Georgia no se rindió, llegando a ponerse 61-62 y 68-70 a falta de 13 segundos, los locales precisaron que los hermanos Dragic y el ex de GBC Domen Lorbek decidieran con sus canastas finales.