Sebastian Vettel, en territorio hostil. El piloto de Red Bull logró en casa de Ferrari la sexta victoria de la temporada, en el Gran Premio de Italia disputado en el circuito de Monza. Ni siquiera la marea humana de seguidores ferraristas -ni sus abucheos- que se congregó al final de la carrera alrededor del podio restó importancia al gran triunfo del piloto alemán quien, a falta de siete carreras para finalizar la campaña, ya aventaja en 53 puntos a su máximo rival, un Fernando Alonso (Ferrari) que fue segundo, por delante de Mark Webber, de Red Bull.

Vettel no solo demostró su poderío el sábado, con la clasificación, sino que en la misma carrera certificó que tanto sus manos como su monoplaza están por encima del resto. Y ya van cuatro años consecutivos...

El de Heppenheim apenas tuvo rivales en el día de ayer. La estrategia de una sola parada le fue de perlas y ni siquiera el bloqueo de neumáticos que tuvo que hacer en la primera curva nada más darse la salida fue un impedimento para el tres veces campeón del mundo. El alemán partía desde la pole y tuvo que apurar su frenada para no verse superado por Felipe Massa (Ferrari), que se puso segundo tras una excelente salida al adelantar a Nico Hulkenberg (Sauber) -el piloto alemán realizó una salida muy mala a pesar de haber logrado la tercera posición en la clasificación, aunque finalizó en una sorprendente quinta plaza final- y a Mark Webber.

En esa primera curva varios monoplazas se tocaron, como el McLaren de Sergio Pérez y el Lotus de Kimi Raikkonen, lo que obligó a Iceman a pasar por boxes a las primeras de cambio, viendo mermadas sus opciones de podio. Además, Paul di Resta (Force India) tuvo que abandonar antes de completarse la primera vuelta al circuito.

Por delante, Alonso lograba superar a Webber gracias al rebufo (sin DRS) y más tarde adelantaba a su compañero Massa. Era el momento de ir a por Vettel y la esperanza creció al ver cómo iba recortando la distancia debido al plano que llevaba el de Red Bull en su neumático.

Pugnas por el honor

La diferencia entre ambos pilotos era de unos diez segundos, por lo que Vettel esperó y decidió entrar en el giro 24 para hacer su único cambio de gomas. Alonso buscó una estrategia diferente y siguió en pista, liderando la carrera durante cuatro vueltas más. El asturiano volvió al trazado en segunda posición, justo por delante de Webber, amigo fuera de pista pero enemigo dentro de ella. El aussie, con sus gomas ya calientes y un mejor ritmo, intentó pasar a Alonso, pero el de Ferrari se defendió bien y logró mantener la posición hasta la línea de meta.

Por detrás, la lucha se centró en Raikkonen y Lewis Hamilton (Mercedes), quienes mantuvieron una bonita pugna en la que fue el inglés el beneficiado. Tras superar al finés, adelantó a Pérez y después a Button, pilotos ambos de su exequipo McLaren.