Juan Maria Sanchez y Diana Urrea | Mesa de Ecología de Alternatiba
Y también el sol
Se crea de facto una tarifa en la que la parte fija es tan alta que cualquier intento de ahorro disminuyendo el consumo no se notará en la factura A los pequeños inversores en renovables, y en particular a los ahorradores que han invertido en huertos solares, la pérdida de retribución les puede llevar a la ruina
La película «Y también la lluvia» transcurre durante la llamada Guerra del agua de Cochabamba, en la Bolivia del año 2000, cuando se pretendía cobrar hasta por recoger el agua de la lluvia.
El Real Decreto que propone el Gobierno de Mariano Rajoy para regular el autoconsumo eléctrico tiene el mismo espíritu: cobrar por utilizar los rayos del sol y, además, dar la puntilla al autoconsumo, asegurando los beneficios al oligopolio eléctrico y consiguiendo que producir electricidad propia sea un 27% más caro que comprarla. ¿Alguien dijo soberanía energética?
Por un lado, crea el llamado «peaje de respaldo», que viene a ser cobrarte por generar tu propia energía, con la excusa de que lo que no produces lo consumes de la red y eso tiene un coste. Como si te cobrasen por plantar tus propias lechugas, ya que cuando necesites más de las que produces puedes ir a la tienda a comprarlas. Y esa disponibilidad hay que pagarla.
Por otro lado, sube un 70% el gasto fijo de la factura, la potencia contratada, mientras baja un 23% el término de energía, o sea, lo que consumes. Así, se crea de facto una tarifa plana en la que la parte fija es tan alta que cualquier intento de ahorro disminuyendo el consumo no se notará en la factura. ¿Que baja el consumo de energía como consecuencia de la estafa que llaman crisis? ¿Que aumentamos la eficiencia para disminuir el consumo eléctrico? Pues lo compensamos cobrando más por la parte fija, desincentivando el ahorro pero asegurando beneficios. ¿Consumo responsable?
Esto del autoconsumo con balance neto debe ser de perroflautas rojos. Pero ¿qué países tienen regulado este autoconsumo eléctrico? A saber: Alemania, Italia, EEUU, Bélgica, Dinamarca, Japón, México. Y en ninguno de estos países existe el peaje de respaldo, impuesto único en el mundo, para que los autoconsumidores costeen con él, entre otras cosas, los errores estratégicos de las eléctricas, que apostaron por el gas y las subvenciones a fondo perdido que recibe el gas natural, una tecnología considerada de respaldo.
¿De dónde sale la idea de incrementar el término de potencia y la propuesta de crear este peaje? Casualmente, son propuestas de Gonzalo Sáenz de Miera, que es el director de prospectiva regulatoria de Iberdrola en «El análisis del autoconsumo en el sector eléctrico español», presentado el 12 de abril de 2012. Pues bien, cambiamos el logotipo de Iberdrola por el del BOE et voilà.
Conviene saber que el principal accionista de Iberdrola es el Fondo Soberano de Qatar y que el Emirato de Qatar es el tercer mayor suministrador de gas de España tras Argelia y Nigeria. Entre 2005 y 2012 el gas fue la primera fuente de generación eléctrica de Iberdrola, con un 40%, mientras que los ciclos combinados, quemar gas, tuvieron un índice de utilización del 10% durante el primer trimestre de 2013.
Tampoco olvidemos las puertas giratorias tan bien engrasadas. El exministro Acebes asciende en Iberdrola, pero en su nómina también figuran Fernando Becker (PP), así como Manuel Marín y Amparo Moraleda (PSOE). José Mª Aznar es consejero de Endesa, Felipe González, de Gas Natural Fenosa. El ministro Soria hace méritos para conseguir su sillón para cuando deje el Ministerio. ¿A quién le extraña esta ley que, para colmo, incentivará a las empresas que cierren sus instalaciones de renovables?
Iberdrola protesta con la boca pequeña, porque la reforma le va a costar 170 millones de euros; lo que no dice es que se va a ahorrar 1.500 millones en impuestos gracias a la ingeniería contable que una ley del ministro Montoro le pondrá en bandeja.
El artículo 19 del Decreto establece que la inspección de la aplicación de las modalidades de autoconsumo será por cuenta de la Administración general del Estado en colaboración con las administraciones autonómicas. En este punto es en el que pedimos al Gobierno Vasco la desobediencia a este despropósito, que se posicione en contra y se niegue a colaborar; que regule para impulsar y proteger el autoconsumo eléctrico en un país energéticamente dependiente. Le demandamos que haga una apuesta firme por la soberanía energética, la responsabilidad ciudadana, apostando por energías no contaminantes y generadoras de empleo.
Cuando en Bolivia su Gobierno nacionalizó la filial de Iberdrola porque el servicio que daba no era el adecuado, el Gobierno de Rajoy hablaba de inseguridad jurídica. Los cambios propuestos en esta ley suponen una completa revisión del sistema, que como consecuencia remunera a los productores. Las sociedades que han invertido en fotovoltaica han denunciado la inseguridad jurídica que representa pasar de cobrar primas a la producción a obtener la rentabilidad que el Gobierno considera «razonable»; se habla del 7,5%. Como se va a contabilizar sobre toda la vida de la instalación, se da por seguro que eso implica un efecto retroactivo que castigará a las instalaciones que llevan más tiempo funcionando. A los pequeños inversores en renovables, y en particular para los ahorradores que han invertido en huertos solares, la pérdida de retribución les puede llevar a la ruina.
Todo esto como excusa para acabar con el del déficit de tarifa, mito inventado por políticos de puerta giratoria y oligopolio para expoliar a la ciudadanía un poco más. Exigimos una auditoría seria del déficit de tarifa, con datos reales, no los inventados por el oligopolio. Por ello llamamos a la desobediencia a este Decreto, apostar por el autoconsumo y comprar la electricidad a cooperativas eléctricas que comercializan electricidad de origen 100% renovable, como Goiener.