Kerry busca el apoyo de los países árabes a una intervención en Siria
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, prosiguió ayer en París la ofensiva diplomática de Estados Unidos para sumar apoyos a un ataque contra Siria. Por la mañana se reunió con los ministros de Exteriores de Egipto y Arabia Saudí y con representantes de la Liga Árabe, mientras en el terreno seguían los combates entre rebeldes y el Ejército sirio. El presidente Bashar al-Assad volvió a negar el uso de armas químicas en una entrevista a la CBS.
GARA |
El secretario de Estado estadouonidense, John Kerry, remarcó ayer tras reunirse en París con ministros de Asuntos Exteriores de países de la Liga Arabe que estos están cada vez más cerca de apoyar la declaración suscrita ya por 12 países y publicada durante la cumbre del G-20 de San Petersburgo, en la que se pide una «contundente» respuesta internacional.
El sábado, se entrevistó con el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, quien tras el encuentro se felicitó por el «amplio y creciente apoyo» obtenido por EEUU y el Estado francés.
«Ahora, siete de los ocho países del G8 comparten nuestra opinión sobre una respuesta fuerte» contra el régimen de Damasco, así como «12 países del G20», indicó Fabius.
También destacó el apoyo de la Unión Europea (UE) y del Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por Bahréin, Kuwait, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudí.
Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, criticó ayer que los estados francés y español junto a Italia y Gran Bretaña firmaran en la cumbre del G20 de San Petersburgo la declaración sobre la crisis Siria sin esperar a conocer la opinión del resto de socios europeos.
«No me parece correcto que cinco grandes países, sin contar con los otros 23 que no pueden estar ahí, aprueben una posición común sabiendo que 24 horas después los 28 van a sentarse juntos», recalcó.
Kerry aseguró que «varios países -un número de dos cifras, dijo- están dispuestos a participar en una acción militar».
Las televisiones estadounidenses emitieron durante todo el fin de semana imágenes de las víctimas de los supuestos ataques con armas químicas del 21 de agosto. Hoy, el presidente Barack Obama concederá una entrevista a las grandes cadenas del país que se emitirá por la noche y que precederá al mensaje que mañana dirigirá a la nación poco antes de la votación del Congreso.
En una entrevista al canal CBS -la primera que concede a un medio estadounidense en más de dos años- el presidente sirio, Bashar al-Assad, volvió a negar cualquier implicación en el citado ataque químico.
Preguntado por este hipotético ataque, al Assad respondió al periodista que «habría, entre la gente alineada con él algún tipo de represalia», aunque eludió comentar «la naturaleza de esa respuesta». «El presidente sirio tenía un mensaje para el pueblo estadounidense de que no había sido una buena experiencia para ellos involucrarse en guerras y conflictos en Oriente Medio, y que los resultados no habían sido buenos», comentó el periodista Charlie Rose, autor de la entrevista que hoy será emitida en su integridad, el mismo día que la de Obama
Desde el Vaticano, el papa Francisco renovó su llamamiento a la paz y denunció «una guerra comercial para vender estas armas en el comercio ilegal».
El PNV rechazó una intervención militar exterior y abogó por que la comunidad internacional ponga en marcha una iniciativa diplomática «enérgica», con negociaciones. Aralar también se opuso a una respuesta bélica porque «no ayuda en nada a la resolución de los conflictos y siempre empeorá la situación».
El Péntagono ha ampliado sus planes del posible ataque a Siria, que ahora incluyen una fuerte descarga de misiles durante tres días tanto desde el mar como desde el aire, informó ayer el diario «Los Angeles Times».
«Habrá diferentes rondas de ataque y una evaluación después de cada una de ellas, pero todo dentro de 72 horas y con una clara indicación de cuándo hemos concluido», indicó un funcionario militar, que pidió mantener el anonimato al comentar los nuevos planes.
En principio, se desplazaron al este del Mediterráneo cinco destructores cargados de misiles Tomohawk, que serían las armas utilizadas para bombardear objetivos militares en Siria. Sin embargo, el Pentágono incluye ahora entre los escenarios posibles también el empleo de bombarderos B-2 y B-52 de la fuerza aérea para complementar estos ataques. De acuerdo a estas informaciones, la Casa Blanca solicitó la pasada semana que se extendiese el número de objetivos militares más allá de los 50 identificados en una primera lista.
Israel desplegó una batería anti-misiles del sistema Cúpula de Hierro en la zona de Jerusalén, revelaron medios locales. Según fuentes israelíes filtradas ayer, EEUU notificará a Israel el ataque contra Siria con «varias horas» de antelación para que pueda poner en marcha varios sistemas antimisiles y desplegar soldados de refuerzo. Turquía aumentó la seguridad en la frontera con Siria mediante la construcción de una base militar, el envío de soldados y el refuerzo de sus defensas. GARA